La ansiedad escolar es terrible para los niños que lo padecen y para los padres que ven que sus hijos lo pasan mal. Pero la realidad es que es bastante común aunque no siempre tienen la misma forma de presentarse. A veces parece que los niños estén enfermos (dolores de cabeza o dolores de estómago) y a veces puede presentarse como una rabieta, comportamientos rebeldes u otro tipo de comportamientos poco adecuados.
Pero en ocasiones los padres no saben diferenciar qué es la ansiedad y necesitan saber qué es y qué no es. Pero sobre todo necesitan saber cómo hacerle frente para que su hijo o hija pueda volver a sonreír con felicidad y disfrutar de su tan linda infancia.
Qué NO es la ansiedad
La ansiedad de separación y la ansiedad escolar no tienen nada que ver con el comportamiento, las conductas rebeldes o una mala crianza, en absoluto. Cualquier persona que sepa que su hijo tiene ansiedad, lo último que debe hacer es sentirse mal por ello. Ellos intentarán cualquier cosa para que sus hijos vuelvan a sentirse bien. Pero la ansiedad no es un mal comportamiento ni un comportamiento rebelde sin más, tiene mucho que ver con las emociones que no se pueden entender y que sienten como amenazantes o peligrosas, aunque no haya un mal verdadero.
Enfadarse no funciona
La ansiedad escolar no es un caso de no querer trabajar o de comportarse mal, es ansiedad. Es una respuesta fisiológica del cerebro que piensa que hay peligro. A veces la ansiedad es impulsada por el temor de que algo malo va a pasar ya sea dentro de la escuela o a los padres porque no están cerca. En ocasiones la ansiedad aparece y no está causada por nada en particular. Que haya o no peligro real es algo irrelevante, muchos niños con ansiedad no saben que no hay nada de qué preocuparse, porque aunque sea así lo sienten diferente. Su cerebro les impulsa a sentir una amenaza como si fuese real.
Cuando esto sucede la respuesta de «lucha o huida» activa el cuerpo y de forma automática aparecen los neuroquímicos para hacer frente a la supuesta amenaza. Por esto mismo la ansiedad puede parecer una rabieta o una resistencia a algo, pero sólo es la respuesta fisiólogica de que el cerebro está alerta. Cuando veas que tu hijo tiene ansiedad o ansiedad escolar, no merece la pena enfadarse con él por su comportamiento, esto sólo lo empeorará todo. Es necesario que el niño se sienta comprendido y que sepa que estarás a su lado para descubrir qué ocurre y buscar las soluciones que sean necesarias.
Los humanos tenemos una predisposición natural a manteneros a salvo a nosotros mismos por encima de todo lo demás, es algo automático e instintivo. Es por eso que si te enfadas con tu hijo o le castigas simplemente no funcionará. Si tu hijo no se siente bien en la escuela habrá que averiguar que es lo que está pasando para buscar soluciones. Cuando se trata con un niño ansioso estarás frente a un cerebro que está en modo lucha o huida, pero las buenas noticias es que se puede revertir esta situación.
¿Por qué aparece la ansiedad?
Antes de nada tendrás que asegurarte que la ansiedad escolar no tiene que ver con problemas de intimidación, con problemas de amistad o con problemas con los maestros que necesiten otro tipo de intervención. Los maestros generalmente saben lo que está pasando y por eso es necesario antes de nada ir a hablar con el maestro o la maestra para poder tener una idea más clara de lo que puede estar sucediendo. Si parece que todo está bien pero tu hijo tiene ansiedad, hay algo que claramente no va tan bien cómo parece.
La ansiedad tiene una manera de hacer que las personas sientan que no tienen el control por lo que es muy importante potenciar el control en los niños y que sientan que pueden escoger las alternativas que mejor les vienen o que mejor les hacen sentir.
Qué hacer al respecto cuando tu hijo tiene ansiedad escolar
La ansiedad no es el enemigo
La ansiedad no es el enemigo y es necesario que los niños comprendan esto para poder entender mejor qué les ocurre. Cuando aparece la ansiedad, normalmente es un aviso de que hay algo que no nos hace sentir bien y que debemos resolver para poder volver a la nuestro estado inicial de calma. En este sentido, si se descubre la causa que está causando el malestar emocional del niño cuando no quiere ir al cole o cuando siente ansiedad, se podrán buscar las soluciones entre todos.
No hay que evitar la ansiedad, hay que entenderla. Cuando tu hijo entienda esto podrá sentirse mejor y mucho más valiente. Tu hijo deberá relajarse y sentir la seguridad que le hará llegar a la calma, la única manera de lograrlo es que se dé cuenta de que está a salvo y este mensaje tiene que venir de ti, como padre o madre… debes proporcionarle seguridad física y emocional.
Tu hijo necesitará relajarse y podrá lograrlo si se va contigo a dar un paseo y así despejar la mente. También necesitará más organización en casa y en la escuela. Si el motivo de su ansiedad es porque no está rindiendo bien académicamente, deberás proporcionarle la ayuda necesaria para que pueda sacar todo su potencial intelectual.
Es muy importante que tu hijo recuerde cada día que está a salvo, que todo está bien. Las rutinas son importantes, pero también lo es el afecto y la calidez familiar, por eso no dudes en escribirle algunas frases y que las tenga siempre presentes en su habitación para que las leas cuando lo necesite. Algunas de estas frases pueden ser:
- Tus amigos se preocupan por ti y están en la escuela
- Eres valiente, eres fuerte
- Tu profesor estará a tu lado y te ayudará en todo lo que necesites, no dejará que te pase nada
- La escuela te ayuda a ser aún más inteligente y formidable
- Puedes conseguir todo lo que te propongas con tesón y esfuerzo
- Respira hondo para calmar la mente
- Te quiero a cada instante