Aún cuando pensábais que el embarazo transcurre como en las publicidades, es preciso saber que durante estos 9 meses se atraviesan una serie de experiencias corporales de gran variación. Éstas están en sintonía con el proceso de desarrollo del bebé, que crece y cambia mes a mes. Por esto mismo la barriga de embarazada es dura o blanda, dependiendo del momento y de la situación.
¿Es preciso alarmarse si la panza se pone dura? Como siempre os digo, la información es una gran aliada a la hora de evitar sustos innecesarios. Tener conocimiento sobre el embarazo y la manera en que éste se desarrolla y qué puedes esperar a lo largo de los tres trimestres os ayudará a saber qué ocurre con los cambios que se producen en la barriga.
Por qué la barriga se pone dura
Muchas mujeres que nunca han vivido un embarazo se preguntan si la barriga de embarazada es dura o blanda, si se siente tensa o bien si no hay ninguna sensación diferente a la de siempre. Lo cierto es que el embarazo es un período de grandes cambios en donde las sensaciones y síntomas van de la mano del desarrollo del feto y de los cambios hormonales producidos con la intención de gestar vida.
Así, durante el primer trimestre es probable que no se sienta ningún cambio en la barriga. En este período, los malestares están más vinculados a la revolución hormonal producida luego de la fecundación. El cuerpo se prepara para alojar al bebé y aumentan los niveles de hormonas, con síntomas asociados como los vómitos, las náuseas, los dolores de ovarios, los trastornos digestivos, el cansancio y la falta de energía. Sin embargo, la panza está como siempre.
Pero esto comienza a cambiar a medida que transcurre el tiempo. El útero crece a la par del feto y la barriga se vuelve más rígida aunque no dura. Un vientre de embarazada debe ser lo suficientemente blando para poder hundir el dedo en la zona del ombligo y que éste puede descender. Si realizas esta prueba en posición horizontal y esto no ocurre es posible que el vientre esté demasiado duro.
Reconocer una barriga dura de una blanda
No siempre es fácil distinguir una barriga de embarazada dura o blanda, pues ésta puede estar blanda aunque hinchada. ¿Cómo descubrir la diferencia? Durante el embarazo es muy común sentir el vientre hinchado, la digestión se vuelve más lenta y es común tener estreñimiento. Sin embargo, no es lo mismo el vientre hinchado que duro. Cuando el vientre está duro, incluso recostada no será posible relajar la barriga. Si pruebas de apretar la zona del ombligo con un dedo, éste no se hundirá.
Si esto ocurre, lo mejor será realizar una consulta con tu obstetra, en especial si la barriga dura viene acompañada de un flujo de sangre, fiebre, dolor, rigidez, micción frecuente o náuseas recurrentes. Otro aspecto que debes considerar es el lapso de tiempo. A medida que avanza el embaraza, es común que el vientre se ponga duro varias veces al día. Si esto ocurre en lapsos de tiempo irregulares, es posible que esté más vinculado a las contracciones de Braxton Hicks, que unas contracciones que aparecen en el segundo trimestre y son típicas aunque no de parto. Si en cambio las contracciones son regulares y ocurren cada hora es importante que llames a tu médico.
Hay diferentes causas por las que la barriga se pone dura. Un vientre duro puede ser simplemente un trastorno relacionado con la actividad contráctil del útero. Esto puede ocurrir por indigestión o estreñimiento, durante la formación de las estrías o bien por calambres típicos que aparecen en el embarazo. También es común que la barriga se vuelva dura a medida que el bebé crece en el útero. Esto se debe a la actividad contráctil del útero, que comienza a ejercer presión sobre el abdomen tendiendo a expandirlo. Durante el embarazo, es común sentir cierta tensión en la zona de la cintura si permaneces varias horas paradas.
El desarrollo del esqueleto fetal también provoca un endurecimiento de la barriga. Esto sucede en el segundo trimestre y la expansión del esqueleto provoca esta tensión.