La conjuntivitis en bebés es una afección ocular común que puede resultar molesta para los pequeños. Se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva, la membrana que recubre el ojo y el interior del párpado, y en la mayoría de los casos no reviste gravedad. Sin embargo, es importante conocer sus causas, síntomas y tratamientos para evitar complicaciones y aliviar el malestar del bebé lo más rápido posible.
¿Cuáles son los síntomas de la conjuntivitis infantil?
Los síntomas de la conjuntivitis pueden variar en intensidad según la causa subyacente. Algunos de los signos más comunes incluyen:
- Enrojecimiento de los ojos debido a la inflamación de los vasos sanguíneos de la conjuntiva.
- Secreciones o legañas, que pueden ser transparentes o de color amarillento o verdoso, dependiendo de si la causa es viral o bacteriana.
- Picor y sensación de cuerpo extraño, lo que causa molestias y hace que el bebé se frote los ojos con frecuencia.
- Párpados inflamados y, en algunos casos, dificultad para abrir los ojos tras despertarse debido a la acumulación de secreciones.
- Lagrimeo excesivo, especialmente en la conjuntivitis alérgica o la causada por irritantes.
Causas de la conjuntivitis en bebés
Existen diversas causas de conjuntivitis en bebés, y conocer la fuente del problema es clave para aplicar el tratamiento adecuado. A continuación, describimos los tipos principales:
1. Conjuntivitis bacteriana
Es causada por bacterias como Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae o Haemophilus influenzae. Se caracteriza por una secreción espesa de color amarillo o verde y suele afectar ambos ojos.
2. Conjuntivitis vírica
Provocada por virus como el adenovirus, suele acompañarse de resfriado, fiebre leve y lagrimeo constante. Es muy contagiosa y los síntomas pueden durar entre 7 y 14 días.
3. Conjuntivitis alérgica
Se desencadena por alérgenos como el polvo, el polen o el pelo de mascotas. Provoca picor intenso, enrojecimiento y lagrimeo, pero no suele generar secreciones abundantes.
4. Conjuntivitis irritativa
Puede ser provocada por sustancias como el cloro de la piscina o productos químicos. En estos casos, el enrojecimiento y la irritación suelen ser temporales y desaparecen una vez eliminado el agente irritante.
Cómo tratar la conjuntivitis en bebés
El tratamiento dependerá de la causa de la conjuntivitis:
- Bacteriana: Se recomienda el uso de colirios o pomadas antibióticas recetadas por el pediatra.
- Vírica: Los antibióticos no son efectivos contra los virus, por lo que se deben limpiar los ojos con suero fisiológico y mantener una buena higiene hasta que la infección se resuelva.
- Alérgica: Se puede aliviar con antihistamínicos en colirio o jarabe, además de evitar el contacto con el alérgeno.
- Irritativa: Basta con eliminar el agente irritante y lavar los ojos con suero fisiológico.
Cómo limpiar los ojos del bebé correctamente
Una higiene ocular adecuada es fundamental para tratar la conjuntivitis y evitar el contagio. Sigue estos pasos:
- Lava bien tus manos antes y después de limpiar los ojos del bebé.
- Usa una gasa estéril humedecida en suero fisiológico o agua hervida.
- Pasa la gasa suavemente desde el lagrimal hacia afuera.
- Usa una gasa diferente para cada ojo para evitar la propagación de la infección.
- Nunca uses el mismo paño o toalla para limpiar ambos ojos.
¿Cómo prevenir la conjuntivitis en bebés?
Prevenir la conjuntivitis en bebés es posible siguiendo estos consejos:
- Lavado de manos frecuente: Esencial para evitar el contagio.
- Limpieza de juguetes y ropa de cama: Evita la acumulación de bacterias y virus en los objetos que el bebé usa regularmente.
- Evitar el contacto con personas infectadas: La conjuntivitis, especialmente la vírica y bacteriana, es altamente contagiosa.
- Mantener una buena higiene ocular: En caso de antecedentes de conjuntivitis frecuentes, se pueden realizar lavados con suero fisiológico periódicamente.
Si la conjuntivitis de tu bebé no mejora en 2-3 días o presenta síntomas graves como fiebre alta, inflamación severa o pérdida de visión, es fundamental acudir al pediatra de inmediato para descartar complicaciones.
La conjuntivitis en bebés no suele ser una afección grave, pero requiere atención y cuidados adecuados para evitar molestias y posibles complicaciones. Con una higiene ocular apropiada y siguiendo las recomendaciones médicas, la recuperación del bebé será rápida y sin inconvenientes. Mantener las manos limpias, limpiar los ojos con suero fisiológico y evitar la automedicación son claves para un tratamiento exitoso.