En lo que respecta a la crianza de los hijos, hay que indicar que hay varias formas de educarlos desde la crianza autoritaria hasta la muy popular a día de hoy crianza intensiva. Lo importante es sin lugar a dudas, el optar por un tipo de crianza que ayude al menor a respetar una serie de valores y a comportarse dentro de una serie de normas y reglas.
Acto seguido te hablamos de una manera más detallada de la citada crianza intensiva y de si es adecuada a la hora de educar los hijos.
En qué consiste la crianza intensiva
En los últimos años se ha puesto de moda la conocida como crianza intensiva. Se trata de un tipo de educación que se centra en el niño para que sea exitoso en la vida y pueda conseguir los objetivos deseados tanto a nivel profesional como personal. En la crianza intensiva la labor de los padres es fundamental y esencial ya que son los encargados de preparar y educar a su hijo para que tenga éxito en la vida.
Los padres que optan por la crianza intensiva, buscan que su hijo tengan una participación total dentro de la escuela, apuntando al mismo a numerosas actividades extraescolares. Aparte de ello, se preocupan por las inquietudes que pueda tener su hijo, escuchando en todo momento lo que el niño pueda pensar.
La clave en este tipo de crianza es preparar a sus hijos lo mejor posible para que no tengan problema alguno en la universidad y puedan trabajar de la manera más exitosa posible.
El posible problema de la crianza intensiva es la posible presión que sufren los niños por parte de sus padres. En muchos casos, el niño no cumple las expectativas y puede ocasionar un gran problema tanto para los propios padres como para el hijo.
La moda de la crianza intensiva
Este tipo de crianza se puso muy de moda hace unos años en Estados Unidos y a día de hoy se ha extendido también por muchas zonas de Europa. Esto se puede observar en la obsesión de muchos padres de apuntar a sus hijos a un gran número de actividades extraescolares. Los padres que siguen este tipo de crianza buscan que sus hijos tengan la mejor educación posible.
Otra característica que hay que resaltar de este tipo de crianza, es el tiempo que pasan los padres junto a sus hijos. Sin embargo este tipo de relación no es la ideal ya que hace más referencia a todo lo relacionado con los estudios que al tiempo que personalmente deben pasar juntos.
Detractores de la crianza intensiva
No todo va a ser bueno en la crianza intensiva y son muchos los detractores de la misma. Aparte de la gran presión y estrés para el niño, el desembolso económico es bastante importante por lo que hay familias que no pueden optar por este tipo de crianza para sus hijos.
El estar continuamente ocupados ya sea con los estudios o con las actividades extraescolares, hace que los niños dejen de lado otros aspectos importantes en su desarrollo ya sea actividades ociosas o el pasar más tiempo con amigos. Ello repercute de una manera negativa en aspectos importantes del niño como la independencia o la capacidad de decidir por uno mismo.
El estado mental y emocional del niño es otro de los grandes peligros que tiene el seguir este tipo de crianza tan exigente. Los padres intentan plasmar en sus propios hijos los objetivos no conseguidos en su vida.
Como has podido ver, la crianza intensiva tiene su lado positivo y su lado negativo como todo en esta vida. Nada en exceso es bueno y la crianza intensiva intenta exprimir al máximo al niño a nivel de estudios para poder a conseguir el ansiado éxito. Una buena educación es clave para un buen desarrollo del niño, pero hay que dejarle libertad para que lo haga sin presión ninguna.