Dentro de la educación de los hijos y de la vida de las personas en general, la flexibilidad es importante. Permite a las personas navegar en situaciones y relaciones que aunque parezcan complicadas a priori, pueden ser sencillas con cierta flexibilidad. La flexibilidad, específicamente, significa: «Voluntad de cambio o compromiso».
La palabra ‘compromiso’ a menudo se trata casi como una mala palabra. Después de todo, las personas pueden hablar de que un sistema de seguridad está ‘comprometido’, lo que significa que tiene una falla o un punto débil que se ha violado.
Sin embargo, el verdadero significado de flexibilidad o la disposición a cambiar o comprometerse es ser abierto, no necesariamente en un sentido débil o negativo de «abierto al ataque». La flexibilidad es un buen rasgo de carácter para el padre y el científico por igual. ¿Cambio en los planes? ¿El experimento no funciona? La persona adaptable lo toma con calma e intenta otro enfoque.
La flexibilidad puede ayudar a los padres a:
- Promover la armonía: es más fácil mantener buenas relaciones con personas que pueden admitir que están equivocadas o colaborar contigo para encontrar un punto medio.
- Ayudarte a cambiar de rumbo cuando las cosas no funcionan: toma un invento como ejemplo. Si tu invento sigue funcionando mal, ser flexible te permite probar una solución diferente sin fijarte en un método concreto.
La flexibilidad es lo opuesto a ser controlador o dogmático, de necesitar tener todo a tu manera. Las personas que son flexibles crecen y se desarrollan porque están dispuestos a ver desafíos y situaciones desde múltiples perspectivas y están en mejores condiciones para encontrar un terreno común.
Por lo tanto, la flexibilidad es un buen rasgo de las personas, niños y familias para crear relaciones reales. ¡La flexibilidad es necesaria para poder criar a niños felices y poder avanzar en la vida a cualquier edad!
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