La hernia umbilical es una afección común en los recién nacidos que genera muchas dudas en los padres. Se trata de una protuberancia que aparece en la región del ombligo, causada por el revestimiento abdominal o incluso una pequeña porción del intestino que atraviesa el área debido a un cierre incompleto del músculo abdominal. A continuación, profundizaremos en las causas, síntomas, tratamientos y complicaciones de esta condición, incorporando información relevante para los padres.
¿Qué es exactamente una hernia umbilical?
Una hernia umbilical ocurre cuando una parte del intestino o tejido graso sobresale a través de un área cercana al ombligo, empujando a través de un punto débil en la pared abdominal circundante. En los bebés, esta apertura se encuentra en el anillo umbilical, una zona que normalmente se cierra después del nacimiento.
El cordón umbilical pasa a través de este anillo durante el embarazo para llevar nutrientes y oxígeno al feto. Sin embargo, en algunos casos, este músculo no se cierra completamente tras el nacimiento, provocando la formación de una hernia.
Prevalencia en bebés
Las hernias umbilicales son bastante comunes en los recién nacidos, especialmente en los nacidos prematuramente. Aproximadamente 1 de cada 5 bebés desarrolla una hernia umbilical. También pueden estar relacionadas con factores hereditarios, por lo que si un padre tuvo esta condición, el bebé podría tener una mayor predisposición.
¿Cuáles son las principales causas de una hernia umbilical?
La principal causa de una hernia umbilical en bebés es el cierre incompleto de la abertura en los músculos abdominales donde se encontraba el cordón umbilical. No obstante, existen otros factores que pueden aumentar el riesgo:
- Prematuridad: Los bebés que nacen antes de tiempo tienen mayor riesgo debido a que sus músculos abdominales no están completamente formados.
- Bajo peso al nacer: Esta condición también incrementa la probabilidad de desarrollar una hernia umbilical.
- Factores genéticos: Si hay antecedentes familiares de hernia umbilical, el bebé podría tener mayores probabilidades de padecerla.
¿Cómo identificar una hernia umbilical?
El signo más evidente es un pequeño bulto o protuberancia en la región del ombligo que puede aumentar de tamaño cuando el bebé llora, tose o realiza algún esfuerzo. Este bulto suele ser indoloro y fácilmente reducible (puede empujarse hacia adentro con delicadeza).
En casos más severos, el bulto podría volverse rígido, doloroso o presentar enrojecimiento, lo cual podría indicar una complicación conocida como estrangulación o incarceración.
¿Cuándo consultar al médico?
Es importante llevar al bebé al pediatra si notas:
- Que la hernia aumenta de tamaño rápidamente.
- Que el bebé muestra signos de dolor o incomodidad.
- Enrojecimiento o sensibilidad en la hernia.
- Fiebre o vómitos persistentes.
Tratamiento de la hernia umbilical
En la mayoría de los casos, las hernias umbilicales en bebés no requieren tratamiento, ya que suelen cerrarse por sí solas hacia los 3 o 5 años de edad. El seguimiento médico regular es suficiente para asegurarse de que la hernia se esté resolviendo adecuadamente.
¿Cuándo es necesaria la cirugía?
La cirugía se considera únicamente en los siguientes casos:
- Si la hernia no se ha cerrado por sí sola hacia los 4 o 5 años.
- Si la hernia es grande, causa síntomas o se ha estrangulado.
- En casos excepcionales donde se desarrollan complicaciones.
La intervención quirúrgica, conocida como herniorrafia, consiste en cerrar el defecto aprovechando el ombligo para ocultar la cicatriz. Es un procedimiento ambulatorio con excelentes tasas de éxito.
Complicaciones potenciales
Si bien las complicaciones son raras, es importante conocerlas para actuar rápidamente en caso necesario:
- Incarceración: Ocurre cuando los intestinos quedan atrapados en el anillo umbilical, lo que puede causar bloqueo intestinal.
- Estrangulación: Si la incarceración persiste, puede interrumpirse el flujo sanguíneo al intestino, lo que resulta en necrosis (muerte del tejido) y requiere cirugía urgente.
Afortunadamente, estas complicaciones son extremadamente infrecuentes en bebés.
Mitología y falsos remedios
Es común escuchar consejos como usar fajitas, cintas adhesivas o monedas para «tratar» la hernia umbilical, pero ninguno de estos métodos es efectivo y, de hecho, pueden ser perjudiciales. Estos inventos solo causan incomodidad al bebé y pueden irritar su delicada piel. Siempre consulta con un pediatra antes de seguir cualquier recomendación casera.
Cuidados adicionales para el ombligo del bebé
Además de prestar atención a posibles hernias, es importante cuidar adecuadamente el ombligo del recién nacido para prevenir infecciones. Mantén la zona limpia y seca, y evita cubrirlo con objetos innecesarios.
Si deseas más información sobre los cuidados del ombligo del recién nacido, visita nuestro artículo sobre cuidados del ombligo del bebé.
Las hernias umbilicales en bebés no son un motivo de preocupación y se resuelven espontáneamente en la mayoría de los casos. Sin embargo, el seguimiento médico es fundamental para garantizar el bienestar del niño y tratar oportunamente cualquier eventual complicación.