El agua es por excelencia fuente de vida, es también un recurso fundamental para el correcto desarrollo de los lactantes y de los niños.
Como mamá seguro que te has preguntado alguna vez cuanto líquido necesita tomar tu hijo, qué es la deshidratación y cómo puedes evitarla. Veamos cuales son las claves sobre la hidratación en bebés y niños pequeños y las dudas más frecuentes sobre este tema.
¿Qué cantidad de agua necesita tomar un bebé?
El porcentage de agua en el cuerpo de un lactante es muy superior al de un adulto y, además la inmadurez de su sistema renal reduce su capacidad de eliminación de sustancias y de sudoración.
Estos dos aspectos son las principales razones por las que un bebé es muy vulnerable a la hora de sufrir una deshidratación.
Hasta los seis meses
Bebés que toman solo leche materna a demanda. Estos lactantes no necesitan beber agua (ni infusiones, ni sueros) ni siquiera en el caso de tener fiebre o en un día muy caluroso. En estos casos es suficiente ofrecerle el pecho con mayor frecuencia. La leche materna aporta el líquido, las sales minerales y los electrolitos necesarios para mantener al bebé bien hidratado.
Bebés con lactancia artificial. Hay que ser muy cuidadosos a la hora de preparar los biberones con leche de fórmula. Es importante usar agua de mineralización débil y que las medidas de la leche sean rasas para evitar que los biberones sean demasiado concentrados. No es necesario ofrecer biberones extra de agua ni de ningún otro líquido.
A partir de los seis meses
Es el momento de ofrecerle agua varias veces a lo largo del día tanto si la acepta como si no. Recuerda que los alimentos que se van introduciendo a la dieta contienen un alto porcentaje de agua, especialmente las papillas, las sopas, las frutas y las verduras.
¿Cuales son las necesidades de hidratación en los niños pequeños?
Niños de 1 a 3 años
Los niños de esta edad necesitan beber unos 4 vasos de agua diarios (1 litro aproximadamente). Los expertos recomiendan beber antes de tener sed. Ayudar a los niños a aprender a detectar la sensación de sed es importantísimo.
Para ellos la bebida más saludable es el agua. También les puedes ofrecer zumos naturales caseros que son ricos en vitaminas y minerales. Evita las bebidas azucaradas ya que aportan un gran número de calorías vacías y además tienen un ligero efecto laxante. Consumir bebidas azucaradas en biberón contribuye a la aparicición de caries dental.
Niños de 4 a 8 años
A esa edad las cantidades necesarias de consumo de agua son de unos 5 o 6 vasos diarios, lo que incluye el agua que se ingiere con los alimentos.
Esta cantidad puede aumentar en función de la actividad física que el niño realice y la temperatura ambiental. Es mejor beber antes de empezar a hacer deporte.
Muchas veces los niños se olvidan de beber porque están entretenidos jugando. Hay que irles recordando de vez en cuando que tienen que beber.
Si el niño tiene fiebre, vómitos y/o diarrea necesitará beber pequeñas cantidades de agua frecuentemente para compensar la pérdida de líquidos.
¿Cómo sé si mi hijo está deshidratado?
Un niño está deshidratado cuando su cuerpo no tiene el líquido que necesita para funcionar correctamente. La deshidratación puede ser leve, moderada o grave.
Estos son los principales síntomas de deshidratación moderada en niños:
- Boca, lengua y labios secos
- Falta de energía
- Lloro sin lágrimas
- Orina fuerte y de color amarillo oscuro
- Disminución importante de producción de orina
En casos de deshidratación grave el niño además de estos síntomas presentará también:
- Manos y pies fríos y pálidos
- Piel grisácea y arrugada
- Ojos hundidos y secos
- Mareo y/o fatiga
- Sueño o inconsciencia
- Baja temperatura corporal
Una deshidratación grave puede resultar mortal.
Ante cualquier sospecha de deshidratación moderada o grave, acude rápidamente al servicio de urgencias más cercano. Los médicos examinarán al niño y te indicarán como tienes que actuar.