La IA logra un embarazo imposible con el método STAR

  • Un sistema con IA localiza espermatozoides en azoospermia y posibilita un embarazo.
  • El método STAR combina imagen avanzada, microfluídica y robótica para aislar células viables.
  • En un caso clínico, analizó 2,5 millones de imágenes y halló dos espermatozoides útiles.
  • Se evalúa en ensayos más amplios y abre vías para la fertilidad masculina en Europa.

Avance de IA en fertilidad y embarazo

Un equipo del Centro de Fertilidad de la Universidad de Columbia ha conseguido el primer embarazo mediante un sistema de inteligencia artificial diseñado para recuperar espermatozoides en casos de azoospermia, una condición en la que el semen no muestra células reproductivas masculinas a simple vista. El hito, descrito en una carta de investigación en The Lancet, supone un paso relevante en la medicina reproductiva y en la planificación del embarazo y en el abordaje de la infertilidad masculina.

En este contexto, los factores del varón están presentes en cerca del 40% de los casos de infertilidad de pareja, y entre el 10% y el 15% de los hombres infértiles presentan azoospermia. Aunque una muestra puede parecer normal, al observarla con detalle suele revelarse un panorama sin espermatozoides identificables; como resume el director del centro, Zev Williams, a muchas parejas que planifican su embarazo se les transmite que sus opciones biológicas son muy limitadas, algo que este avance podría replantear.

Cómo funciona el método STAR

Para dar respuesta a este reto, el equipo desarrolló STAR (Sperm Tracking and Recovery), un procedimiento que integra visión por computadora, microfluídica y robótica de precisión para identificar y rescatar espermatozoides extremadamente escasos sin dañarlos.

El sistema captura millones de imágenes de alta resolución de una muestra en un corto espacio de tiempo; la IA detecta posibles espermatozoides, un chip con canales microfluídicos dirige la porción de interés y, en cuestión de milisegundos, un robot extrae con suavidad la célula seleccionada para su uso en fecundación in vitro o para criopreservación.

Tecnología STAR con inteligencia artificial en reproducción asistida

El caso que disparó la esperanza

El método se probó con una paciente cuya pareja llevaba casi dos décadas intentando tener descendencia, tras múltiples ciclos de FIV fallidos y dos cirugías de extracción testicular sin éxito. Hasta entonces, las alternativas habían resultado infructuosas y con efectos secundarios potenciales.

A partir de una muestra de 3,5 mililitros, STAR analizó alrededor de 2,5 millones de imágenes en unas dos horas y localizó dos espermatozoides viables. Esas dos células se emplearon para generar dos embriones y uno de ellos culminó en un embarazo en curso, recordando el principio clínico de que basta una sola célula sana para iniciar el desarrollo embrionario.

Qué cambia para la infertilidad masculina

Las cifras ponen el problema en perspectiva: el factor masculino pesa en el 40% de los casos de infertilidad y, dentro de ellos, la azoospermia está presente en un 10%–15% de los hombres con dificultades reproductivas. Hasta ahora, muchos pacientes dependían de la extracción quirúrgica directa desde el testículo o de búsquedas manuales prolongadas en el laboratorio.

Ambas vías tienen limitaciones: los procedimientos quirúrgicos son invasivos y a menudo no logran recuperar células funcionales, con riesgos como inflamación, alteraciones vasculares o descensos transitorios de testosterona; por su parte, el rastreo manual implica tiempos largos, costes elevados y manipulación que puede comprometer la viabilidad del espermatozoide.

El enfoque automatizado de STAR aborda estos cuellos de botella al combinar detección rápida y aislamiento preciso, lo que podría reducir el uso de técnicas agresivas y aumentar la probabilidad de hallar ese espermatozoide clave cuando su número es extremadamente bajo.

Próximos pasos y posibles implicaciones en Europa

Aunque se trata de un caso inicial, el equipo de Columbia indica que están en marcha ensayos clínicos más amplios para evaluar la eficacia y la reproducibilidad del método en poblaciones diversas. Este proceso será determinante para valorar su incorporación progresiva como herramienta estándar en las clínicas de fertilidad.


De confirmarse su rendimiento, centros europeos y españoles podrían interesarse por integrar soluciones similares, algo que requerirá evidencias robustas, validación técnica y el cumplimiento de los circuitos regulatorios habituales en la Unión Europea. La adopción responsable pasará por verificar resultados, definir criterios de uso y asegurar que la tecnología se aplique en beneficio del paciente y con garantías de calidad.

Este avance no elimina de golpe todas las barreras, pero sí abre una vía tangible: un sistema con IA capaz de hallar lo que antes era indetectable, que ya ha propiciado un embarazo y que, si los estudios lo respaldan, podría cambiar el abordaje de la azoospermia en las consultas de reproducción asistida.

Análisis de sangre a embarazada
Artículo relacionado:
Biometría hemática en el embarazo: todo lo que debes saber