Los bebés recuerdan y gracias a eso pueden construir sus conocimientos. Muchas personas creen que los bebés no recuerdan pero en realidad tienen esa capacidad y es necesaria para que se desarrollen adecuadamente. Si alguna vez te has preguntado cómo siente tu bebé que estás en la habitación, es probable que su recuerdo y su memoria hayan tenido un papel en este maravilloso momento.
Los bebés nacen con la capacidad de absorber un entorno y recordarlo de manera inconsciente. Tu bebé aprende rápidamente que una sonrisa producirá una sonrisa a cambio o que puede poner un pie delante del otro para caminar.
Con el tiempo, su cerebro provoca automáticamente acciones como gatear, caminar y responder de manera natural porque los recuerdos se han incrustado en su cerebro. Los recuerdos también ayudan al bebé a unirse, vincularse y responder a sus seres queridos a medida que su cerebro se desarrolla emocional y socialmente.
Los recuerdos de tu bebé son muy importantes por lo que es trabajo de los padres que se desarrollen buenos recuerdos y que el bebé pueda crecer feliz. Los primeros recuerdos del bebé son imprescindibles para que tenga un buen desarrollo porque aunque creas que después, cuando crezca, sus recuerdos se quedan en el olvido… la realidad es que esos recuerdos y vivencias que el bebé experimenta se quedan en su subconsciente para siempre y son lo que le permiten crecer, evolucionar, aprender, saber en quién debe confiar y en quién no… Todo esto es de suma importancia y los padres deben darle el valor que corresponde.
Una vez que tengas esto en cuenta, será importante que construyas en tu bebé cada día los mejores recuerdos. Dale todo tu cariño y tu tiempo, dale el amor que necesita para sentirse seguro y protegido, porque eso aunque creas que ahora no tiene validez es el regalo más importante que puedes darle.