La llegada de un bebé en verano

Padres con su bebé en la cama

La dependencia del bebé exige cuidados y dedicación diaria, por lo que los deseos de los padres deben posponerse.

Ser padre ya de por sí no es fácil, si se le añade que ocurre en la época más calurosa y ociosa del año, las complicaciones se incrementan. Asumir la paternidad en verano puede provocar más discusiones en la pareja y con la familia y elevar el nivel de estrés y agobio.

Embarazo y maternidad en verano

Los meses de verano, por norma general, son los que reciben un mayor número de nacimientos en España. Muchas madres que su embarazo no coincida con el calor y suelen programarlo fuera de los meses de julio y agosto sobre todo. La mujer embarazada se agota en mayor medida, ha de soportar temperaturas inclementes junto con el desarreglo hormonal y proteger más a fondo su piel. Tener al bebé en verano, no les parece tanto inconveniente, ya que es más práctico salir con el niño de paseo y que no tenga que pasar sus primeros meses encerrado en casa por el frío.

El verano son meses donde se dispone de más tiempo libre y más momentos para desconectar, viajar, relajarse y tomar el sol. Ser padres durante esos meses puede ser más duro de llevar. La dependencia inicial del bebé exige cuidados y dedicación diaria, por lo que los deseos de los padres deben posponerse durante un tiempo.

Padres trabajadores y con necesidad de descanso esperan ansiosos días o semanas durante el verano donde poder realizar actividades más lúdicas o simplemente abandonar las tareas de la casa, las órdenes de un jefe autoritario, las constantes llamadas del móvil, el pago de facturas facturas…, las responsabilidades y obligaciones.

La llegada de un hijo supone mucha paciencia, trabajo y apenas momentos libres. La tranquilidad tan ansiada para unos padres que reciben a su hijo durante el verano no llega a producirse, lo que provoca más estrés, frecuentes discusiones y malhumor por no dormir.

Consejos para padres que reciben a su bebé en verano

Madre juega con su hijo en la playa

No tener que abrigar al bebé y poder salir a pasear con él es una gran ventaja.

Conocer a amigos que se van de vacaciones a otros países, de camping, que disponen de libertad para ir a la piscina diariamente o llevarse la comida a la playa, tomarse una cerveza en una terraza o ir de discotecas con el buen tiempo que suele hacer, es una utopía para quienes acaban de ser padres.

Para no desesperarse y comparar actividades de padres solteros o con hijos mayores con los de uno que acaba de serlo, lo importante es entender que es una etapa pasajera. El año próximo las cosas irán mejor y así sucesivamente. Quienes hoy en día disfrutan de su soltería y ocio, en un futuro estarán en el otro lado. Por todo esto, hay que asumir la situación con entereza y ver el lado positivo y las posibilidades que existen de ocio con bebés:

  • Sin duda el clima agradable y soleado lo favorece todo: No tener que abrigar al bebé y poder salir a pasear con él es una gran ventaja.
  • Para niños que duerman mal: Salir de casa y mecerse con el carro, posibilita mejores y más rápidos descansos y evita el estrés inicial de dormirles en casa.
  • Pasear al aire libre en horas de menos calor, por la mañana y hacia la tarde-noche: Se puede tomar algo en alguna terraza aunque sea por un tiempo reducido. Si la madre da pecho, la situación será más cansada porque el bebé demandará tomar constantemente. Lo mejor para la madre que amamanta es tumbarse o sentarse en una sombra, hidratarse y amamantar sin pensar en horarios.
  • Más vitamina D para madre e hijo: El bebé no debe exponerse directamente al sol, hay que buscar sombras a hidratarlo constantemente. El sol nutre de vitamina D y es beneficiosa para ambos a nivel salud.
  • Con el buen tiempo madre e hijo enferman menos: No hay tantas enfermedades infecciosas como cuando hace mal tiempo.
  • Cuando la madre haya pasado la cuarentena y se sienta más cómoda, con fuerzas y animada, puede disfrutarse de algún breve baño cuando el niño esté tranquilo o duerma, evitando las horas de máximo calor.
  • Hacer alguna pequeña excursión cerca, sin grandes cargas, ni maletas, ni la pretensión de un itinerario.
  • Recibir alguna visita de amigos o familiares que no ocupen demasiado tiempo de los padres, aprovechándose de más atenciones y cuidados de los mismos.

Asimilar y apoyarse como una familia

Es importante no aspirar a hacer lo mismo que se hacía en pareja, sin hijos. Todo ha cambiado y sobre todo cuando el bebé es tan pequeño, nada resultará fácil. Hay que velar por los intereses del niño en un primer momento y durante bastantes meses la situación no mejorará. La madre tampoco está en el momento hormonal idóneo y necesita cuidados y comprensión.

Padres e hijo se están habituando y amoldando unos a otro. No hay que forzar la situación e ir con calma y paso a paso. Salir de casa en verano ya permite respirar, desconectar de la casa y las obligaciones del trabajo. Seguramente con el bebé no se pueda hacer todo lo que se desearía, pero lo importante es estar juntos, sin planificar tanto y olvidar prisas.



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