La piel tiene memoria, por lo que, es fundamental cuidarla correctamente desde la infancia. Muchas personas sufren en la edad adulta las consecuencias de unos deficientes cuidados en la piel durante años. Algo que afortunadamente, cada vez ocurre con menor frecuencia ya que ahora se es más consciente de ello. Enseñar a los niños algunos consejos y cuidados para una piel sana, les evitará problemas en el futuro.
Por otra parte, es importante aplicar los cuidados para una piel sana durante todo el año. Ya que, generalmente se limitan esos cuidados a los meses de calor, cuando la piel está más expuesta y se es más consciente de ella. Sin embargo, los rayos solares pueden ser igual de dañinos en invierno que en verano, así como la falta de hidratación externa e interna.
Incorpora estos consejos en la rutina de cuidados de tus hijos, enséñales a cuidar su piel así como a cuidar de su salud. Todas las rutinas y los buenos hábitos que incorpores en su vida, les permitirá crecer de una forma más sana y saludable.
Cuidados para una piel sana en los niños
La piel de los niños es mucho más delicada que la de los adultos, además, cada vez más niños sufren problemas cutáneos como dermatitis atópica. Una mala calidad del aire, la alimentación cada vez menos saludable o los agentes contaminantes, además de la genética, son factores que agravan los problemas de la piel. Con estos consejos y cuidados podrás proteger la piel de tus hijos.
La hora del baño
El agua y los jabones dañan la piel, eliminando la capa de grasa natural de la piel. Al perder su hidratación natural, la piel se vuelve más seca, produce picor y se vuelve más indefensa frente a los agentes externos. Por lo tanto, si el niño no se ensucia demasiado, no es necesario bañarlo todos los días. Tampoco se recomienda el baño diario, por el contrario, un ducha rápida con agua templada y un jabón suave específico para la piel delicada, será suficiente.
En cuanto al pelo, tampoco es necesario lavarlo todos los días. Será suficiente con dos o tres veces por semana, utilizando siempre un champú indicado para niños y utilizando agua templada, con una temperatura nunca superior a los 35 grados. Para secar la piel y el pelo correctamente, utiliza la toalla con delicadeza, sin frotar y a pequeños golpecitos que vayan secando la piel.
Hidratación interna y externa
Mantener la piel bien hidratada es esencial para protegerla. Los niños deben tomar suficiente agua durante todo el día, además de proteger su piel, mantendrán todo su organismo bien hidratado. Si tienen problemas para beber agua, recuerda que las frutas naturales, las verduras o la leche, contienen agua de forma natural. Además, deberás aplicar una crema hidratante en la piel de los niños para proteger la dermis, la capa de piel más superficial.
Proteger la piel de los rayos solares
No basta con proteger la piel del sol en verano, porque los rayos solares pueden dañar en cualquier momento del año. Sin embargo, en los meses de calor los rayos ultravioleta son más potentes y pueden causar quemaduras en la piel con mayor facilidad. Por lo tanto, en los meses de frío utiliza hidratación con protección solar en las zonas visibles, como la cara de los niños.
En los meses de verano, deberás aplicar diariamente protección solar con pantalla total y el factor más amplio que puedas encontrar. Además, si el niño va a estar expuesto al sol, deberá utilizar una camiseta, gorra y gafas de sol que protejan zonas tan delicadas como la cabeza o los ojos. Si están en la playa, tendrás que reaplicar el factor solar frecuentemente para proteger la piel de los niños.
Con estos cuidados para una piel sana, podrás proteger la piel de tus hijos. Si además les enseñas cómo deben cuidarse, se acostumbran a ponerse crema o taparse cuando se expongan al sol, tendrán menos riesgos de sufrir determinados problemas de piel de cara al futuro.