Seguramente este verano al igual que todos queremos disfruta junto con los niños de esa parte fresca de chapotear en el agua, o estar en la playa relajadamente junto al chiringuito. Al hablar de esta pandemia y por la que estamos respecto a contagios llevando, seguramente pienses que esta situación no se puede llevar a cabo por sus posibles consecuencias.
Cómo noticia esperanzadora queremos recopilar la buena noticia recogida sobre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Han sacado un informe sobre cómo sería la posible transmisión del virus en estas zonas de baño, llegando a la conclusión de que es mínimo el contagio que se produce en estas zonas.
¿Abrirán la playas y la piscina en tiempo de coronavirus?
Las playas y las piscinas en teoría pueden abrir desde que se estableció la fase 2, pero hay muchas piscinas municipales y comunitarias en España que todavía permanecen cerradas ya que no terminan de establecer unas medidas legales y unos protocolos estrictos por miedo al coronavirus.
La apertura de estos lugares siempre deben de hacerlo cumpliendo unas normas de exigencia, que detallamos más abajo. Respecto a la duda que reflexiona en nuestras cabezas sobre si hay contagio en el agua, hay que dar buenas noticias.
En las piscinas con el uso del cloro funciona cómo muy buen aliado para su destrucción. La Organización Mundial de la Salud recomienda echar al menos 0,5 miligramos de cloro por litro aunque seguramente es más lo que se llegue a echar. Con el agua de las playas tampoco hay problema, ya que al contener sal hace que se produzca un efecto de inactivación del virus e incluso la disminución de su carga viral.
Medidas legales implantadas en la playa y las piscinas
Según los estudios realizados el virus se propaga con el contacto casi principal entre persona a persona. Uno de ellos puede transmitirlo al liberar las gotas respiratorias al toser, estornudar o hablar lo cual hace que quienes se encuentren cerca pueden llegar a inhalarlo y acabar en los pulmones.
El contacto físico entre manos también es la principal fuente de contagio, llegando una persona haber tenido contacto con otra e introducirse el virus a través de su nariz, boca u ojos. Es por ello que las personas pueden infectar a otras, tengan o no tengan síntomas, y como medida de seguridad siempre hay que guardar las medidas de distanciamiento y usar mascarillas de protección.
Medidas estrictas
Para la apertura de estos lugares se ha tomado una serie de medidas estrictas y creadas por el Boletín Oficial del Estado, creado el 16 de mayo. Estas son al menos las reglas establecidas como medidas de prevención:
- Estos lugares deben de tener un aforo máximo de un 30% de capacidad.
- Para no tener imprevistos a la llegada, deberemos pedir cita previa tanto en la piscina como en la playa.
- En estos lugares deberemos mantener una distancia de seguridad de 2 metros entre las personas, dónde tendrán que marcarse estos lugares para que no haya aglomeraciones y se aplicará por igual entre las tumbonas.
- Se proveerá de una zona dónde se instalen dosificadores de gel desinfectante en la entrada del recinto.
- Los espacios tendrán una desinfección de al menos tres veces al día y está prohibido el uso de las duchas en los vestuarios.
- La desinfección en las piscinas será más estricta con la aplicación del cloro.
- Queda prohibido el uso de la toalla fuera de la zona dónde te hayas instalado, por ejemplo colgarla en las barandillas.
Para las piscinas esto puede suponer un sobrecoste para muchas comunidades y municipios este verano, ya que las medidas a aplicar, junto con el control de aforo y las estrictas medidas de higiene harán que se disparen los gastos. Muchos de estos lugares tendrán que necesitar de mucho más personal para controlar todas estas medidas, ya que se tienen que aplicar obligatoriamente por seguridad.