Posiblemente todos recordemos con un sentimiento especial nuestra primera bicicleta. Es muy probable que nuestro padre o nuestra madre, nos enseñara a montar, empujándonos o sujetando nuestros primeros pedaleos. O tal vez sonriamos al pensar en esos ruedines que sujetaban nuestra bicicleta en pie, antes de que aprendiéramos a guardar el equilibrio sobre ella. Si tenía o no cesta o transportín, son hermosos recuerdos de la infancia, que tu hijo también tendrá.
Sin embargo, la primera bicicleta es también importante, puesto que influye en su desarrollo psicomotriz. Es por eso que hoy explicamos lo que verdaderamente engloba » La primera bicicleta».
La importancia para el desarrollo psicomotriz
El uso de la bicicleta es muy beneficioso para el desarrollo psicomotriz de nuestros hijos. Es altamente beneficioso para la mejora de las capacidades motrices en general. Mejoraría la percepción y el dominio del movimiento del cuerpo, el equilibrio, la memoria, la distribución de la atención, la coordinación, etc. Es un beneficio fundamental para el cuerpo.
También mejora las capacidades psicomotrices, como cualquier deporte, influye pues en la fuerza, resistencia y velocidad. Desarrollará las capacidades específicas del deporte, como son el manejo de la bici, el desarrollo de las técnicas específicas y la deducción de los movimientos individuales y los de otras personas. Es una mejora del desarrollo, fruto de un entrenamiento y una formación en base a este deporte, que contribuye al crecimiento físico y mental de nuestros hijos.
Otros beneficios en el desarrollo
El ciclismo es un deporte que se practica tanto en solitario como en grupo. De hecho, normalmente tus hijos lo disfrutarán primero en grupo, ya sea en familia o con sus amigos. Esto hará que desarrolle mejor sus habilidades sociales. Tendrá más confianza en sí mismo y en los demás, afán de superación y capacidad de autocontrol. Aprenderá a respetar ciertas reglas referentes a la prudencia y al código de circulación, así se potenciará el respeto por la seguridad y un comportamiento prudente y anticipativo.
No es de extrañar que estos beneficios repercutirán en el desarrollo social, cognitivo y afectivo de nuestro hijo. Una bicicleta le ayudará a crecer en muchos sentidos, tanto que siempre recordará la primera.
La importancia emocional de «la primera bicicleta»
Como decía al principio, todos recordamos nuestra primera bicicleta. Sobre todo si fue un regalo de un ser querido, o si nos costó comprarla con nuestro propio esfuerzo. Cada primera bicicleta tiene una emotiva historia detrás, todas merecen ser recordadas por algo, son especiales para nosotros.
La primera bicicleta no sólo va a ser el vehículo en el que nuestro hijo se iniciará en un deporte. No olvidemos que tiene que ser suya, por lo cual, deberá estar acorde con su tamaño, sus gustos y necesidades. Si queremos que sea especial, debemos cuidar mucho los detalles.
Para elegir la primera bicicleta, no sólo debemos preocuparnos de las medidas físicas. Debemos tener en cuenta la edad de nuestro hijo y el uso que dará a esa bicicleta. No es lo mismo tener una primera bicicleta de entrenamiento a los 3 años, que una de pedales a los 6. De igual modo, tampoco será lo mismo si la vamos a utilizar para dar paseos en familia por playa o montaña, que si la usaremos solamente para algún paseo ocasional por el parque habitual.
La primera bicicleta va a marcar un recuerdo importante de su infancia, es justo que nos preocupemos por la estética adecuada para nuestro hijo. Igual que decidimos sobre tamaño y forma en base a sus necesidades, elegiremos también color y aspecto en base a sus gustos.
No olvidemos esa bicicleta roja que todos los niños de cierta edad soñaban en un momento dado. O quizás una azul, con transportín y cesta, como la que tenía la mejor amiga de alguien. Son recuerdos especiales que, sin darnos cuenta, forjan nuestra personalidad, es importante que los cuidemos. No está de más hacer un esfuerzo por crear para tu hijo ese bonito recuerdo que tú mismo tienes de tu infancia.