La televisión es el entretenimiento preferido de nuestra sociedad. Actualmente esté siendo reemplazado por el manejo de internet con sus aplicaciones y redes sociales, pero todavía podemos encontrar una parrilla televisiva cada vez más expandida y con diversidad de programas, para todo tipo de público y de gran actualidad.
¿Podemos reafirmar que el entretenimiento televisivo tiene que estar reñido con la educación o los valores que nos pueden transmitir? Es una afirmación que puede estar muy cuestionada, ya que según diversas entrevistas la mayoría de las personas opinan que la televisión ejerce una mala influencia en la población, y a continuación internet y las redes sociales.
La televisión como medio de comunicación
Los valores intentan ser transmitidos para que sean entendidos por diversas culturas. Al menos se ha llegado a cuestionar ese tipo de hipótesis y se ha llegado a concluir una homogeneización en toda su comunicación.
Todo es dependiendo del país de procedencia, hay lugares dónde se hace un control exhaustivo de lo que puedan llegar a visionar los niños. En algunos países los padres pueden llegar a limitar las horas de visualización hasta algo más de horas, y en otros se ha llegado a duplica sus horas de visión.
La televisión viene perfilada para que su visualización sea consumida especialmente por gente muy selecta. Las chicas adolescentes escogen ver programas o películas dónde aparecen personajes que gusten y dónde se pueda cotillear. Los chicos adolescentes buscan programas de animación, de ocio, deportes y sobre todo de humor, una variedad mucho más atractiva como consumidores.
¿Qué valores generalmente nos ofrece la televisión?
Para nuestra sociedad la televisión no sigue siendo un medio de comunicación correcto. Muchos tachan a la televisión con valores poco cautos, pues al ser algo que transmite y engancha se puede con ello tener a un espectador fácil de transformar. Detrás de todo esto hay una manipulación controlada por los grupos políticos y por empresas mediáticas.
Entre estos valores poco ortodoxos encontramos el consumismo, la meritocracia, el escapismo, dónde tiene tendencia a eludir responsabilidades y evadirse se los problemas importantes que hay realmente. El hedonismo, dónde su finalidad es enganchar y dar placer y además incitar a la ludopatía.
Pero todo ello puede ser mucho más selectivo poniéndonos a visionar algo mucho más selectivo. No podemos olvidar el mundo publicitario, dónde hay muchas empresas que intentan crear una calidad estética en sus anuncios publicitarios y recreando muchas de ellas sorpresa, conmoción y originalidad. Desde este punto de vista, el tema publicitario no lo podemos evitar.
Las series de televisión y las películas
Las series de televisión para los jóvenes han cambiado mucho en los últimos años. Sólo se diseñan aquellas para llegar a un gran número de gente, y para ello deben de cuidar meticulosamente sus guiones. Dentro de su guiones ya se intentan crear escenas reales y de humor para el entretenimiento. Pero no están dejando de lado el valor de la amistad, el compañerismo, el cuidado del medio ambiente, los valores humanos y el compromiso con nuestra sociedad.
Para los niños las series animadas cobran gran protagonismo y reflejan gran parte de esos valores que tenemos que cuidar. Siempre habrá series con una gran comunicación y enganche, unas más que otras y lo podemos ver como ejemplo en Dora la Exploradora, dónde pudimos realzar todas las cualidades buenas que tiene esa serie.
Las películas animadas y no animadas también transmiten todo su potencial. Son películas muy estudiadas y muy cuidadas para que se puedan visualizar muchas veces y se puedan estudiar todos sus mensajes positivos. Lo podemos ver en las películas Disney con valores muy destacados como el respeto, la familia, la amistad, el amor, el cuidado del medio ambiente…todos ellos como ejemplo para educar en valores a los niños.
No debemos de olvidar que también existen otras alternativas para la educación de nuestros hijos a través de la televisión, los documentales sobre animales les enseñan el cariño y el respeto hacia la naturaleza, los programas educativos con talleres para que aumente su creatividad o incluso la técnica de algunos videojuegos para que aprendan algo positivo.