El dolor en la ingle durante el embarazo es bastante frecuente, especialmente durante el tercer trimestre. ¿Notas este tipo de dolores? Las causas de estos y en general de los dolores de la zona pélvica suelen estar relacionadas con el embarazo y por tanto ser pasajeros, pero también pueden tener otros orígenes y ser síntoma de una patología seria.
Los cambios en nuestro cuerpo, tanto físicos como hormonales, pueden propiciar dolor en la ingle durante el embarazo. Pero hay otras causas no relacionadas con este: hernias, inflamaciones, miomas, infecciones del aparato genital… por eso es esencial pedir consulta con tu médico.
Posibles causas del dolor en la ingle
El dolor en la ingle en el embarazo puede estar relacionado con alteraciones propias de la gestación, como el aumento de peso, la liberación de hormonas o la rigidez de las articulaciones pélvicas, que no deben preocuparte. Sin embargo, no son todas de esta naturaleza y algunas pueden ser fuente de graves problemas.
Cambios durante el embarazo
Durante el embarazado el cuerpo de la mujer experimenta muchos cambios que pueden causar diferentes molestias. La pubalgia es unas de las más comunes, un dolor agudo que se presenta en la zona del pubis y que se puede experimentar en el primer trimestre o incidiendo mucho más en su recta final, cuando el bebé ya ha ganado peso, pero hay otras muchas y se deben principalmente a…
- Aumento de peso del bebé. Una de las principales causas de dolor en la ingle durante el embarazo es el aumento de peso del bebé. Ocurre tanto en el primer trimestre de la gestación, cuando los ligamentos y los músculos de la pelvis se relajan y estiran para acomodar al bebé en crecimiento, pero también durante el tercer trimestre.
- Cambios fisiológicos de la madre. Durante los 9 meses de gestación nuestro peso aumenta y puede sobrecargar los músculos y los ligamentos de la pelvis, causando dolor en la ingle. También, especialmente en el último trimestre, la curvatura de la columna se altera para ajustarse al crecimiento del bebé y prepararse para el momento del parto, lo que puede causar la distensión de los músculos y ligamentos de la pelvis y causar dolor.
- Liberación de hormonas. Otra causa para el dolor de la ingle es la liberación de la hormona relaxina, que actúa relajando los ligamentos y las articulaciones de la cadera y de la pelvis para acomodar al bebé en crecimiento durante el embarazo.
Desprendimiento de la placenta
Uno de los síntomas del desprendimiento de la placenta es el dolor repentino en la ingle, acompañado por otros síntomas como hemorragia, dolor abdominal intenso, debilidad, taquicardia… Acude a emergencias si esto ocurre para ser evaluada.
Presencia de tumores ginecológicos o infecciones
En función de su tamaño o localización los tumores ginecológicos, miomas o quistes, pueden llegar a producir dolor en la ingle. Pero también pueden hacerlo junto con otros síntomas como fiebre o nauseas ciertas infecciones, como infección urinaria, intestinal o de transmisión sexual. En estos casos es importante conocer el diagnóstico para comenzar un tratamiento.
Consejos para reducir el dolor
¿El especialista ha descartado un problema serio que requiera un tratamiento específico? Si las molestias en la ingles son molestias normales del embarazo puedes aliviar el dolor siguiendo estas recomendaciones generales:
- Estabilizar la cadera con fajas o cinturones pélvicos.
- Mejorar la estabilidad y fortalecer la pelvis practicando algunos ejercicios orientados a embarazadas.
- No cargar peso.
- Evitar usar zapatos de tacón y apoyarse en una sola pierna cuando se esté de pie.
- Adoptar posturas adecuadas.
- Aplicar calor en la zona lumbar.
- Realizar actividades físicas suaves como caminar o hidrogimnasia, por ejemplo.
- Controlar el peso. Llevar una dieta balanceada con el fin de que el aumento de peso propio del embarazo permanezca entre los límites saludables.
No es necesario decir que no es necesario esperar a tener dolor para seguir estos consejos, ya que te permitirán llevar mejor tu embarazo si no existen otras molestias o dolencias. Cuidarse es importante, mas aun cuando debemos hacerlo por dos.