Si tienes un perro como mascota, entenderás todo lo que te contaremos a continuación, si no lo tienes es probable que necesites uno para comprenderlo. Los perros son amigos fieles que forman parte de la familia. Los niños pueden aprender grandes valores de ellos y solo por eso, es buena idea incluir en el núcleo familiar a un perro como mascota. Para quererle, cuidarle y disfrutar de todo lo que os aportará cada día de vuestros días.
Tu perro tiene mucho que ofrecerte
Aunque te cueste creerlo de primeras, los perros te pueden enseñar grandes lecciones de vida como padre o madre que eres. Tu amigo fiel también es un buen modelo a seguir tanto para ti como adulto, como para tus hijos como niños. ¡Tu perro tiene mucho que aportarte!
En tu paternidad / maternidad habrás aprendido grandes lecciones de tus hijos, de los profesionales educativos, de libros y manuales para padres y madres, de artículos como los que te escribo diariamente donde hablo sobre consejos para que tu crianza sea mejor. Pero sin darte cuenta, ese peludito que tienes a tu lado, también tiene mucho que enseñarte… Es una fuente algo sorprendente de aprendizaje, pero si te fijas bien, tienes mucho que aprender de él.
Si además ese perro es adoptado, aún te enseñará más cosas porque los perros adoptados son los más agradecidos que existen. Le salvaste de un futuro incierto y posiblemente devastador, y gracias a ti ahora, tiene una vida mucho mejor y es feliz a vuestro lado, porque os habéis convertido en su familia humana.
Al principio puede haber problemas de educación pero cuando ya se empieza a coger confianza, el perro aprende cómo debe comportarse y todos vivís en un núcleo familiar de armonía y paz, te darás cuenta de que el amor que tu perro tiene para ofreceros es el más puro, incondicional y desinteresado que existe.
Muchos padres y madres se sienten agotados diariamente por las responsabilidades que tienen en sus hogares, y es que criar a los hijos y lidiar con el trabajo y la casa no siempre es tarea fácil, es más, puede ser extenuante y realmente agotador. Pero también es el trabajo más satisfactorio que existe en el planeta. Disfrutar de una familia es lo más maravilloso que puedas hacer jamás.
Pero además de todo esto, es necesario que te des cuenta cómo tu perro tiene grandes lecciones que ofrecerte tanto a ti como a toda tu familia. ¿No sabes qué puede ser? ¡No pierdas detalle!
Lecciones de vida que tu perro os aporta cada día
Tus hijos necesitan afecto constante
Tu perro es tu ‘hijo peludo’, un hijo adoptado que hiciste de forma consciente para quererle cada día. Al principio de tenerle es posible que fuese un poco destructivo, y a veces no todas las normas sirven para él. Pero después de todo, te das cuenta de que el amor, la guía y las normas son lo que realmente le tranquiliza y le hace ser feliz a vuestro lado. Cuando hay días caóticos, los perros también se ponen nerviosos, y te indican que es el momento de parar y tranquilizarse. En casa para ser felices, se necesita paz y armonía, ¿verdad?
Esta lección es muy útil para todos los padres, sobre todo cuando hay días más complicados en la crianza de los hijos. Aunque no siempre sea fácil educarles, sabes que el amor, la guía y las normas nunca podrán faltar. Tus hijos cuando estén estresados también te buscarán para encontrar la calma y que apacigües su confusión mental. Un masaje, el contacto físico y el amor nunca falla. Y esto, tu perro lo sabe y os lo recuerda cada día.
Tus hijos también deben sentir que tiene el control
Tu perro necesita explorar en el parque, saber que puede hacer cosas por sí mismo, que puede decidir cuándo dormir o cuando correr para jugar. Tu perro sigue una jerarquía y sabe que hay jefes en la manada, sabe a quien debe seguir para que la familia siga en armonía. Pero en ocasiones intenta dominar y tendrás que volverle a marcar quién es el jefe de la manada para que no haya desequilibrios familiares.
Los niños también pueden desafiar las normas y los límites, es un intento de querer tener el control y como padre o madre, debes indicar quien es el jefe de la manada también. Pero tus hijos también necesitan tener el control a veces de las situaciones. Esto es necesario para que, sean capaces sobre todo, de pensar por sí mismos y aprender a tomar buenas decisiones en el futuro. El comportamiento es cambiante y debe ser siempre cooperativo para que las opciones que se escojan sean las correctas y las situaciones agradables para todos. El respeto y la confianza no pueden faltar nunca.
Está bien que los niños se equivoquen
Cuando tu perro está corriendo en el campo y ve un pájaro con el que quiere jugar, igual se lance contra unas piedras para jugar con él y se haga daño. Habrá aprendido que la próxima vez tendrá que acechar con más cuidado y no tirarse tan fuerte contra las rocas. Tendrá que aprender a reconocer el camino para que la próxima vez no se haga daño ni caiga pudiéndolo haber evitado antes. Aunque si se cae, solo tendrá que ponerse de nuevo de pie para poder empezar a correr… y sentirá que ha triunfado.
Pero esta es una gran lección, te hará darte cuenta de que debes dejar espacio (y que sea seguro) a tus hijos para que intentes las cosas, fracasen y que aprendan sobre sus propios errores para que de esta manera la próxima vez, puedan hacer las cosas un poco mejor por ellos mismos… Y sentir satisfacción de haberlo hecho mejor esa vez. Es lo que necesita para aprender resiliencia y recuperación: aprender de los errores.
Al mismo tiempo, tus hijos deben saber que estarás a su lado para ofrecerle guía y apoyo siempre que lo necesite. Porque nunca les fallarás, porque eres el jefe o la jefa de la manada, y siempre estarás a su lado para brindarle guía y protección… Y que ellos aprendan a avanzar en la vida de forma autosuficiente e independiente.