Preparar la llegada de tu bebé a casa es una de las mejores experiencias de la vida. Se unen una serie de sentimientos difíciles de explicar, emoción, expectativa, amor. La cuna es una de las cosas más emotivas que unos padres pueden preparar. En ese espacio pasará mucho tiempo su bebé durante las primeras semanas, será su primera cama, el sitio donde descansará esa pequeña criatura.
Es importante que tengas una serie de precauciones a la hora de elegir y preparar la cuna de tu bebé. Ya que además de valorar aspectos como la estabilidad, la seguridad o la comodidad, debes tener cuidado con algunos objetos que pueden convertir ese lugar en una zona peligrosa.
Lo que nunca debes colocar en la cuna de tu bebé
El bebé va a pasar mucho tiempo en la cuna, durante sus primeros días apenas dormirá y necesitará que la cuna sea un espacio cómodo y calentito. Sin embargo, a medida que tu bebé vaya creciendo, irá mostrando curiosidad por las cosas que se encuentran cerca de él. Los objetos que se encuentren en la cuna serán los primeros con los que comenzará a interactuar. Por ello, es esencial que sean cosas apropiadas y poco peligrosas.
Para evitar riesgos, evita colocar en la cuna de tu bebé los siguientes elementos.
Objetos punzantes, duros y con piezas pequeñas
Es habitual colocar un juguete o un carrusel en la cuna para entretener al bebé. Procura que el móvil esté bien colocado para que no pueda caer sobre el pequeño, si además es de materiales delicados mucho mejor. Los móviles de cuna que venden en el mercado suelen ser de plástico, con música incorporada, luces de colores etc. Pero si quieres una alternativa más económica y especial, puedes fabricarlo tú misma. En el enlace encontrarás algunos consejos para hacerlo de forma muy original y sencilla.
En cuanto a los peluches o muñecos que coloques en la cuna del bebé, procura que sean de tela y tenerlos siempre bien limpios. Evita aquellos que tengan piezas pegadas o cosidas como ojos y otras piezas pequeñas. Ese tipo de elementos puede soltarse fácilmente y poner en riesgo al bebé.
Demasiada ropa de abrigo en la cuna
El bebé necesita estar cómodo y confortable en su cuna, por lo que, si colocas demasiada ropa, el pequeño no tendrá suficiente espacio. Además, tener demasiada ropa puede provocar que el bebé tenga demasiado calor. Por otra parte, es recomendable que elijas materiales naturales para evitar alergias. Un edredón nórdico es la mejor opción para el invierno, ya que se trata de una pieza que ofrece calor sin aportar demasiado peso.
Almohadas, cojines y muñecos
La cuna debe estar lo más despejada posible, especialmente durante los primeros días del bebé. Cuando el pequeño no puede moverse, tener cojines o almohadas cerca puede ser un peligro, ya que pueden caer en su cara e impedir que el bebé pueda respirar. Los bebés no deben tener almohada en la cuna, por lo tanto, no tienes que colocar ninguno de estos elementos cerca.
Si la cuna es de barrotes y quieres colocar chichoneras para evitar golpes, elije aquellas que abulten poco y sobre todo, que tengan un buen sistema de sujeción. Generalmente las chichoneras llevan cintas de la misma tela para atar a los barrotes de la cuna, asegúrate de que siempre están bien atadas. Si además tienen cremalleras para poder lavarlas con facilidad, debes comprobar que quedan bien cerradas y lejos de la cara del bebé.
Objetos electrónicos
También es muy habitual colocar en la habitación del bebé aparatos de vigilancia, especialmente si vas a estar en otra habitación mientras que el bebé duerme. Procura siempre dejar esos aparatos lejos de la cuna, en una mesita de noche o en una estantería que no esté cerca de la cuna. Cualquier movimiento podría hacer que el aparato cayese en la cuna y el bebé podría correr riesgo de golpes, electrocutarse si lo chupa, etc.