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Los cuentos alimentan las partes del lenguaje de nuestro cerebro
Sabemos que desde hace tiempo las historias alimentan las partes del lenguaje de nuestro cerebro, y además, gracias a las investigaciones y a los escáneres, ahora también sabemos que las historias también estimulan otras muchas partes de nuestro cerebro. Por ejemplo, las áreas del cerebro que se ocupan del olor cobran vida cuando leemos las palabras que están vinculados a olores particulares como ‘jazmín’ o ‘gasolina’. En los laboratorios, los científicos también han visto lo que sucede cuando leemos frases que describen diferentes texturas como ‘rugoso’ o ‘áspero’… las zonas de nuestro cerebro que perciben el táctil se activan con solo leer estas palabras para recordar qué es cada cosa y qué nos hace sentir.
Potencia el pensamiento crítico
Con los cuentos y las historias, se trabajan los valores y se piensa en lo que nuestras acciones harían si estuviésemos en el lugar de otra persona. Las preguntas son cruciales de cara a los niños porque de ésta manera se empieza a trabajar un pensamiento crítico. Preguntas tales como: ‘¿Qué harías si fueses el personaje? ¿Harías algo diferente? ¿Cómo crees que se sintió el personaje cuando sucedió eso? ¿Por qué crees que es una mala/buena idea? Cuando les contamos a nuestros hijos historias reales, del mundo o fantásticas… les estaremos ayudando a ser más fuertes cuando tengan miedo o cuando se sientan en peligro. Porque tenemos las decisiones y las acciones de los personajes que nos inspiran y que nos ayudan a pensar con claridad qué es lo que queremos conseguir en la vida o cómo queremos comportarnos en diferentes situaciones. Las historias de los personajes de diferentes razas, personalidades, géneros, sexualidades… también ayuda a los niños a entender que todos somos diferentes, ayudando a aprender y a saber desarrollarse para ser adultos no solo de éxito, sino también felices.
Mejora la memoria, el vocabulario y la capacidad de pensar lógicamente
Por último y no menos importante, debes saber que las historias son de gran alcance para ayudar a los niños a ser más competentes y confiados en sus estudios. La lectura en voz alta ayuda a los niños a sentir que son más capaces de alcanzar sus sueños, que leen mejor y que además tienen una buena comprensión no sólo de lo que les leen, sino también de lo que ellos mimos pueden leer. Además, es increíble como se nota en los niños que les leen en casa y los que leen, de los que no les leen ni leen… hay mucho cambio entre unos y otros. El nivel académico suele ser más bajo para aquellos niños y niñas que no tienen la oportunidad de disfrutar de la lectura ni de tener un buen hábito lector. En cambio, aquello niños que sí han recibido unos hábitos lectores desde una edad temprana, se pueden apreciar las diferencias. Por eso, si crees que leer a tus hijos no es importante, no olvides que además de cuidar el vínculo emocional y de pasar tiempo de calidad al lado de tus hijos gracias a la lectura, además y por si fuera poco, estarás ayudándole a desarrollar el pensamiento crítico, a pensar con lógica, a disfrutar de la magia de la imaginación, a potenciar su creatividad y a que sea capaz de disfrutar de la lectura y también, de aprender.
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