Sienten que su integridad se ve comprometida si se ven obligados a someterse a la voluntad de otra persona. Si se les permite elegir , les encanta cooperar. Si esto te molesta porque cree que la obediencia es una cualidad importante, tienes que reconsiderar esto.
Por supuesto, quieres criar a un niño responsable, considerado y cooperativo que haga lo correcto, incluso cuando sea difícil. Pero eso no implica obediencia. Eso implica hacer lo correcto porque quieres.
“La moralidad es hacer lo correcto, no importa lo que te digan. La obediencia es hacer lo que te dicen, sin importar lo que sea correcto.”— HL Mencken
Entonces, por supuesto, quieres que tu hijo haga lo que tú dices. Pero no porque sea obediente, lo que significa que siempre hace lo que alguien más grande le dice que haga. No, quieres que él haga lo que le dices porque confía en TI, porque ha aprendido que aunque no siempre puedes decir que sí a lo que él quiere, tienes en el corazón los mejores intereses.
Quieres criar a un niño que tenga autodisciplina, asuma la responsabilidad y sea considerado, y lo más importante, que tenga el discernimiento para descubrir en quién confiar y cuándo ser influenciado por otra persona.
Romper la voluntad de un niño lo deja abierto a la influencia de otros que a menudo no servirán a tus intereses más importantes. Es más, es una traición al contrato espiritual que hacemos como padres. Dicho esto, los niños de voluntad fuerte pueden tener mucha energía, ser desafiantes y persistentes. ¡Pero hay que proteger estas fabulosas cualidades y fomentar la cooperación entre padres e hijos!
De esta manera vuestra relación padres e hijos mejorará considerablemente y el ambiente familiar será mucho mejor en todos los aspectos. ¡Solo tienes que poner de tu parte y tu hijo enseguida cambiará a mejor!