Existen infinidad de enfermedades y patologías, que de forma errónea se suele asociar con la edad adulta. Si duda, una de estas enfermedades se trata del ictus. Esta enfermedad afecta a los vasos sanguíneos encargados de que el cerebro obtenga la sangre necesaria, cuando los vasos se obstruyen, la sangre no fluye correctamente hacia el cerebro y el corazón.
Generalmente estos accidentes cerebrovasculares afectan a personas de más edad, no obstante, hay un porcentaje de niños que se ven afectados con el ictus. Aunque este porcentaje sea ínfimo, si existe la posibilidad de que un niño sufra un ictus, es importante conocer cuales son los síntomas para poder detectarlo a tiempo. En el Día Mundial del Ictus, vamos a ver cuáles son los síntomas en niños.
El ictus puede afectar a los niños en diferentes etapas de su vida, desde incluso antes de nacer hasta que cumplen la mayoría de edad y dejan de considerarse niños. En función de la edad en la que ocurra el accidente, el ictus se clasifica de la siguiente manera:
- Ictus perinatal: A partir del cuarto mes del embarazo y hasta que el niño cumple 28 días de nacer. En estos casos, hasta el cuarto mes de vida no se podrá detectar el accidente cerebrovascular. Esto ocurrirá cuando se observe que el niño no se desarrolla al ritmo normal, y las consecuencias comenzarán a ser visibles.
- El ictus en la infancia y en la adolescencia: Este tipo de ictus engloba todas las edades del niño, desde que cumple 29 días de nacido, hasta que cumple la mayoría de edad a los 18 años.
Causas del ictus en los niños
El ictus infantil puede estar causado por distintos motivos:
- A causa de distintas infecciones, como la meningitis o la encefalitis
- Deficiencias cardíacas. Esta es la causa más común del ictus en los niños, siendo el motivo en el 30% de los casos
- Desajustes en la sangre
- A causa de alguna cirugía realizada con aterioridad
Cuáles son los síntomas del ictus en los niños
Aunque como ya hemos comentado, el ictus afecta a los niños en un porcentaje muy bajo, es muy importante saber diferenciar algunos síntomas. Poder detectar un accidente cerebrovascular a tiempo, puede ser determinante en la recuperación, especialmente de los niños. Los síntomas más comunes del ictus son:
- Cefaleas, el dolor de cabeza intenso es el principal síntoma del ictus. Si además se acompaña de vómitos o náuseas, hay que atender al paciente lo antes posible.
- Problemas repentinos en el habla
- Dificultad para ver con claridad, visión borrosa e incluso ceguera temporal
- Parálisis en los músculos de la cara
- La agnosia, que es la incapacidad de percibir los estímulos visuales que ya se habían aprendido previamente
- La acinesia, que es la incapacidad de realizar algún movimiento preciso
- Debilidad en los músculos
- Fiebre
Algunos de estos síntomas pueden ser una consecuencia de otro tipo de patologías, no obstante, en ningún caso debes menospreciarlos. Acudir al médico rápidamente puede ser clave en la recuperación de un niño que está sufriendo un accidente cerebrovascular.
Consecuencias del ictus en los niños
Las consecuencias del ictus pueden ser de distinta gravedad, en función de la edad del paciente. Pero estas consecuencias también dependerán de la rapidez en que se trate al niño. Algunos de los trastornos que puede sufrir un niño a raíz de un ictus son:
- Problemas para comunicarse y para desarrollar la función del habla
- La pérdida parcial o total de la movilidad en el lateral del cuerpo donde se haya producido el accidente cerebrovascular
- Epilepsia
- Trastornos en la salud mental
Una de las consecuencias que más afecta a nivel personal y en la forma de vida del niño, es a causa de los largos meses que tendrá que pasar en reposo. Volver a recuperar todo lo que se ha perdido a causa del ictus lleva mucho tiempo, mucha terapia y mucha paciencia. Para los niños esta circunstancia puede ser devastadora, no solamente por el retraso en su educación, sino también por la pérdida de su ambiente social.
No obstante, la recuperación del ictus en los niños es mucho mayor y más eficiente que en personas de más edad. Gracias a que su cerebro todavía no se ha formado por completo.