Mamografía y embarazo

mamografia embarazo

La salud es algo muy importante en la vida de todo ser humano y por eso es que se recomienda realizar controles periódicos para así detectar cualquier posible inconveniente a tiempo. Esto sucede en todos los casos, pero en especial con las mujeres que suelen tener revisiones médicas en su vida vinculadas a cuestiones ginecológicas. Más allá de la salud reproductiva y de los análisis regulares de sangre, también se recomienda realizar las citologías y mamografías a partir de los treinta años de edad ya que permite detectar diferentes afecciones en sus etapas iniciales.

Sin embargo, hay algunas cuestiones a tener en cuenta en relación a las mamografías y el embarazo pues debido a las características propias de este estudio es preciso conocer el paso a paso para así tomar ciertos recaudos. Sobre todo, si no os estáis cuidando al mantener relaciones sexuales. Al igual que sucede con las radiografías, es recomendable realizar estos estudios cuando estáis seguras de que no estáis embarazadas. Pero si quieres cuidar tu salud y realizar los estudios correspondientes sigue leyendo aquí abajo para obtener la información más completa en relación a la mamografía y el embarazo.

Para qué sirve

La importancia de realizar mamografías a partir de dicha edad es por que gracias a esta prueba se detecta el cáncer de mama en sus etapas iniciales, en ocasiones incluso se puede detectar tres años antes de que se pueda sentir con la palpación. Gracias a la evolución de la medicina preventiva y de la tecnología, hoy existe un abanico de estudios no invasivos que permite detectar ciertas afecciones a tiempo para realizar un tratamiento.

En el caso de las mamografías, se trata de un estudio de rayos X del seno que busca detectar posibles signos tempranos de cáncer de mama. Hay dos tipos de mamografías, de detección y de diagnóstico. La primera se recomienda realizarla una vez al año a partir de los 30 años. Se trata de un estudio que se realizan las mujeres que no presentan signos o síntomas de cáncer de mama y que permite realizar un control periódico y detectar cualquier posible problema a tiempo para entonces comenzar el tratamiento cuanto antes.

Si bien es un estudio no invasivo, las mamografías de detección conllevan ciertos riesgos debido a la ansiedad qeu pueden provocar. Las imágenes pueden develar algunos signos anormales que no necesariamente están vinculados al cáncer. En estos casos, se realizan diversos estudios complementarios para dar con el diagnóstico, lo que lleva a muchos casos en que las mujeres se preocupan para luego descubrir que todo estaba bien. Por otra parte, se trata de un estudio en el que la mujer está expuesta a los rayos X. Por esto, es importante saberlo y realizar la consulta pertinente con el especialista para entonces decidir cuándo y con qué frecuencia se realizarán.

Mamografía de diagnóstico

Además de la mamografía de detección, es decir del estudio rutinario una vez al año, también están las mamografías de diagnóstico, que son los estudios recomendados cuando una mujer detecta un bulto u otros signo o síntoma asociado al cáncer de seno. Los signos pueden incluir dolor en los senos, engrosamiento de la piel del seno, secreción del pezón o un cambio en el tamaño o la forma de los senos. Sin embargo, tener alguno de estos síntomas no significa padecer la enfermedad ya que hay diversas causas que pueden afectar los senos.

mamografia embarazo

En estos casos, se realiza la mamografía y se la acompaña con otro tipo de pruebas y estudios para así llegar a un diagnóstico certero. También es posible que se derive a la persona a un especialista en mamas o un cirujano pues son especialistas en este tipo de diagnósticos.

Cómo se realiza

La preparación para la mamografía es muy sencillo, no es necesario tomar ningún medicamento previo ni hace falta ir en ayunas como en los análisis de sangre. La ropa usada es mejor que sea cómoda y fácil de quitar ya que habrá que dejar un pecho descubierto y los documentos que hay que llevar son los informes previos si se dispone de ellos.

Si bien la mamografía no es invasiva, puede provocar algo de molestia. Al momento de realizarla, la mujer debe pararse frente a la máquina de rayos X. La persona que toma las radiografías dará indicaciones y acomodará a la persona para poder realizar las imágenes. Colocará los senos entre dos placas de plástico y presionará sobre ellos para así aplanarlos y obtener imágenes claras. Es un proceso molesto pero no muy doloroso. El experto dará indicaciones y sugerirá mantenerse quita y sin respirar para que las imágenes sean de calidad. Moverá a la persona en varias posiciones hasta realizar una serie de capturas.

Una vez finalizado el proceso, habrá que vestirse nuevamente y aguardar los resultados, que llegarán en algunos días o semanas. La mamografía está compuesta por una radiografía de ambos senos desde el frente y desde el costado. Una vez realizada, el radiólogo junto a un médico especialista analizará las imágenes para detectar signos tempranos de cáncer de mama u otros problemas.


Mamografía y embarazo

Si bien estos estudios son de rutina y están dentro el plan de prevención de todo médico ginecólogo, cuando una mujer está embarazada o bien si no se está cuidando se recomienda no realizar radiografías. Salvo que sea algo estrictamente necesario, no se sugiere someterse a la exposición a rayos X durante el embarazo. En el caso de mujeres embarazadas es clara la razón por la cual hay que evitarlas. Pero también se sugiere suspender las mamografías cuando se está buscando un bebé dado que no se sabe con certeza si la mujer está embarazada. En estos casos, será recomendable realizar el estudio luego de hacerse un test casero de embarazo si hay falta de la regla.

Cuando una mujer está embarazada se desaconseja la realización de mamografías durante el primer trimestre de la gestación. En el caso de que sea necesario realizarla, es importante utilizar un delantal plomado para evitar la exposición del embrión a los rayos X. Por lo general, los médicos recomiendan postergar las mamografías para luego de dar a luz o bien al menos aguardar hasta el tercer trimestre de embarazo. Luego de parir, es posible realizar la mamografía sin problema, incluso si se está amamantando.

Es importante informar al médico ante un posible embarazo o bien si se sospecha que se podría estar embarazada. También en el caso estar practicando la lactancia materna. De acuerdo a la información obtenida, el especialista evaluará el caso para así determinar cuál es el mejor momento para realizar la mamografía evitando los riesgos implicados en ella.

Rayos X y embarazo

Más allá de los cuidados antes mencionados, también es importante saber que en las mamografías la técnica radiográfica es de baja energía y el volumen a irradiar es pequeño. Esto significa que la radiación dispersa que llega al feto no es significativa por lo que sin dudas es una buena noticia. Lo que no implica que es mejor evitar cualquier tipo de exposición en el caso de tener la información de que se está embarazada. Pero es importante también conocer los pormenores para que en caso de estar embarazada y haberse expuesto a este tipo de estudios realizar la consulta pertinente sin que la ansiedad os atrape. Si bien es recomendable no realizar una mamografía en un embarazo la exposición a los rayos implicada en la misma.

embarazo

Esto se diferencia de otro tipo de estudios o exploraciones que, a diferencia de ésta, requieren la exposición directa del feto al haz de radiación. Es el caso de las exploraciones del abdomen inferior. En esos casos la exposición es directa mientras que en la mamografía la exposición a los rayos se realiza en zonas alejadas del área fetal. Lo que significa que el feto no quedaría expuesto al haz directo de radiación y recibirá dosis de radiación dispersa muy reducidas.

Tipos de estudios

Es importante brindar toda la información posible al médico para que éste evalúe cada caso y tome las precauciones pertinentes. Cualquier estudio de rayos X implica cierto riesgo y por eso es importante realizarlos sólo si es estrictamente necesario. De ser posible, el médico evaluará la posibilidad de posponer el examen, utilizar un estudio alternativo, tal como ultrasonido o una ecografía para así dar con el resultado sin necesidad de la exposición a los rayos. Y en el caso de que no sea posible postergar el estudio, será necesario adoptar medidas especiales para mantener la dosis del feto tan baja como sea posible.

Ahora bien, en el caso de ser necesario llegar a un diagnóstico, se puede optar por otras alternativas como las ecografías de mama, las resonancias magnéticas y las biopsias. Las tres son seguras durante el embarazo siempre y cuando no se les realice contraste ya que éste puede traspasar la placenta. En el caso de que los resultados no sean los esperados, es posible valuar realizar estudios más profundos, con pruebas como las tomografías por emisión de positrones (PET), las gammagrafías óseas y las tomografías computarizadas (CT) aunque en estos casos el médico deberá evaluar con cuidado si exponer o no al feto a la radiación.

Distinto es el caso del período que se sucede tras el parto y durante la lactancia materna. En este período no hay inconveniente en realizar estudios que han determinado que los rayos X en este tipo de pruebas diagnósticas no producen ningún efecto sobre la leche materna. Lo que significa que no es necesario interrumpir la lactancia materna en el caso de que sea necesario realizar una mamografía. Lo que sí es importante saber es que si no se tratase de una mamografía sino de otro estudio de rayos X que implique la administración de alguna sustancia de contraste entonces sí es importante consultarlo antes. Estas sustancias pueden tener incompatibilidades con la lactancia y por eso es necesario consultarlo con el médico para que determine el camino a seguir.

Es importante que a lo largo de la vida las mujeres sean responsables a la hora de realizar los controles necesarios año a año para así detectar cualquier posible problema en etapa temprana. Sin embargo, el embarazo es un período especial de la mujer y antes de iniciar cualquier estudio se recomienda siempre tener un médico que lleve adelante un completo seguimiento del embarazo y quien será el responsable de dar las indicaciones necesarias sobre los procedimientos a seguir. Estableciendo además el calendario de estudios de rutina para realizar. Evita tomar decisiones por ti misma o bien leyendo lo que encuentras en Internet, no hay mejor seguimiento que el que pueden realizar los médicos especialistas, en quienes pueden confiar para que tanto el bebé como tú estéis seguras y sin exponerse a nada que no sea estrictamente necesario. Si sospechas de un embarazo, toma los recaudos.


Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.