Los juegos brutos con los padres pueden beneficiar a ambos géneros, a menudo de diferentes maneras. Para los niños, es una forma de aprender la interacción física que no es violenta ni sexual. Para las niñas, es encontrar una manera de asegurarse de que se escuche su voz.
Si tus hijos juegan bruto con su papá y te pones nerviosa, primero debes tener en cuenta que es bueno para ellos realmente siempre que se haga con cuidado y respeto hacia los pequeños. Por eso, cuando jueguen de esta manera, no te olvides de mantener la calma.
Mantener la calma cuando los niños juegan bruto con su padre
- Ten en cuenta el entorno. Mantén a tus hijos alejados de las áreas donde puedan lastimarse. Además, ten en cuenta que las articulaciones de un niño son propensas a lesionarse durante los juegos bruscos. Hay que tener cuidado.
- Que el juego bruto no vaya demasiado lejos para evitar consecuencias negativas como hacerse daño.
- No jugar bruto antes de dormir. Los niños necesitan tiempo relajado antes de ir a dormir para poder calmarse.
- Los juegos brutos también son para niñas. Aunque los niños son naturalmente propensos a participar en juegos brutos, tienes que asegurarte de no dejar a las niñas fuera de la diversión. Los estudios muestran que las chicas que juegan con sus padres tienen más confianza que las chicas que no lo hacen. Y algunos estudios incluso indican que los juegos bruscos pueden evitar que tu angelito sea una chica mala que aterroriza psicológicamente a otras chicas.
Al final, los juegos brutos pueden ser alarmantes, pero son realmente necesarios para que se produzca un desarrollo adecuado: todo ese movimiento y abordaje ayuda a desarrollar la fuerza, la flexibilidad y el aprendizaje motor complejo, además de la concentración, la aptitud cardiovascular y la coordinación.
Además, arrojar a los niños al aire y girarlos proporciona estimulación vestibular temprana (el aporte que recibe su cuerpo cuando experimenta movimiento o gravedad), lo cual es importante para el equilibrio y puede ser un elemento fundamental para el futuro atletismo.
Si usamos los juegos brutos para mejorar la comunicación y para impartir valores que influyen en la actitud de nuestros hijos en el hogar, con sus compañeros y en la escuela, podemos aprender cómo reaccionan ante el éxito, los fracasos y los obstáculos, y podemos construir un vínculo especial para guiarlos a través de los problemas. Ponemos las bases para mejorar nuestras relaciones mutuas actuales y las relaciones de generaciones a seguir.