El masaje perineal es una técnica que prepara el perineo las semanas previas al parto, de forma que se reducen las probabilidades de sufrir un desgarro durante el trabajo de parto. Ese masaje permite aumentar la elasticidad de la zona. Lo que resulta altamente recomendable en mujeres que ya han sufrido episiotomía, multíparas y para cualquier embarazada en definitiva.
Porque es muy importante prepararse para el parto en todos los sentidos, tanto emocionalmente como físicamente. Al igual que es recomendable caminar cada día para mantener el cuerpo bien preparado, es necesario preparar la pelvis, caderas y canal de parto en general. El masaje perineal además se hace en casa, por lo que puedes hacerlo tú misma en la intimidad e incluso, pedir a tu pareja que te ayude para involucrarlo en este momento tan especial.
Cuándo empezar con el masaje perineal
Lo que recomiendan los especialistas es empezar con el masaje perineal a partir de las seis semanas previas al parto. Eso, teniendo en cuenta que el embarazo se haya producido con normalidad. Si se realiza correctamente y con regularidad durante estas últimas semanas de embarazo, resulta de gran ayuda y muy eficaz. No es doloroso, no causa molestias y te ayudará a prepararte físicamente para el momento de dar a luz.
Esta técnica se explica durante las clases de preparación al parto o de educación maternal. Unas clases que son muy valiosas y en las que podrás recibir información de mucha utilidad de cara a los últimos momento de embarazo y los primeros días del bebé en casa. También podrás recibir instrucciones sobre cómo se realiza, incluso, algún producto que te ayudará a la hora de hacer el masaje con mayor comodidad.
Antes de empezar
Antes de comenzar a realizar el masaje perineal debes tener en cuenta algunas cuestiones. Lo primordial es que las embarazadas con riesgo de parto prematuro no deben realizar esta técnica, así como las mujeres que presenten infección urinaria. También es muy importante enfrentarse a este masaje como algo sensorial, más que una cuestión simplemente mecánica. Porque te ayudará mucho el momento de visualizarte en el parto, dando vida y conociendo a tu bebé.
Si tu pareja se involucra en el momento, podréis crear un ambiente muy íntimo en el que ambos os prepararéis para el momento del parto. Podéis usar algún aceite con el que preparar mejor la zona, como un aceite de almendras dulces, aceite de oliva o algún producto específico para lubricar la zona. Además, tendrás que tener en cuenta estos consejos antes de empezar.
- Las uñas deben estar bien cortas y limpias.
- Vacía la vejiga antes de colocarte para el masaje perineal.
- Colócate en un lugar cómodo, con la espalda apoyada en la pared. Puedes familiarizarte con la zona colocando un espejo frente a ti.
- Si vas a hacer el masaje perineal tú misma, utiliza el dedo pulgar. En cambio, si el masaje lo va a hacer tu pareja, es mejor que utilice el dedo índice y el corazón.
Cómo hacer el masaje perineal
El masaje perineal consiste en realizar movimientos para que los músculos de la vagina se estiren y ganen elasticidad. Para comenzar, separa las piernas e introduce el dedo unos 3 o 4 centímetros en la vagina. Presiona el recto hacia abajo, hasta que notes una sensación de escozor ligero. Ahora, desliza el dedo hacia dentro y hacia afuera, manteniendo una ligera presión mientras lo haces.
La frecuencia con la que debes realizar el masaje perineal para que sea realmente efectivo, es de entre 3 y 4 veces a la semana, durante unos 10 minutos en cada ocasión. Puedes comenzar a partir de la semana 34 del embarazo, aunque lo más apropiado es consultar con tu matrona para asegurarte de que puedes hacerlo con seguridad. Si lo haces correctamente, puedes informar a la ginecóloga que te asista en el parto para que pueda hacer una valoración de tu periné.
De esta forma, podrá comprobar el estado de la zona y utilizar así la mejor técnica en base a ello. Para proteger tu periné, tu salud y la de tu bebé.