¡Mi bebé no duerme de día! Es una de las exclamaciones que más hemos escuchado. Hay que decir que cuando es recién nacido, sí que tiene una media de horas de sueño más alta. Ya que suelen estar descansando has 18 horas, eso sí, despertándose para comer y poco más. Claro que esto es una regla general y que como decimos, no siempre se lleva a cabo.
Pero cuando van creciendo, todavía será peor. Porque en ocasiones nos encontramos con que mi bebé no duerme de día. Claro, dicho así puede ser algo totalmente positivo, si duerme plácidamente toda la noche. Pero tampoco tendremos esa suerte, por eso, hoy vamos a descubrir los factores que les pueden alterar y qué hacer.
Las ventajas de dormir de día para los bebés
Como hemos comentado, los recién nacidos dormirán bastante, por regla general. Claro que entre esta etapa y los 4 meses, llegarán a dormir 3 o 4 siestas diarias, algo que se irá reduciendo de una manera paulatina. Porque ya comienzan a no despertar tanto por la noche y a no necesitar tanto descanso de día sino más intensidad. Ya que es la etapa de que los estímulos los mantienen mucho más entretenidos. ¿Por qué es beneficiosa la siesta? Porque hace que retengan más información en su cerebro, lo que sostiene el aprendizaje. Además de que es una manera perfecta para poder recuperar fuerzas y para mantenerse más saludable. Su desarrollo físico y mental se verá beneficiado por esos momentos de tranquilidad.
¿Por qué mi bebé no duerme de día?
Porque aunque no lo pensemos así, ellos y ellas también comenzarán a marcar un nuevo ritmo y si no duermen, no tiene por qué ser un problema a priori. ¿Cómo lo sabremos? Porque si tu hijo duerme un poco pero se levanta más que contento y con energía, es que esa pequeña siesta le he dado la suficiente energía. Sino, seguro que su despertar será completamente diferente y estará más angustiado o irritado, llorando de manera desconsolada. Ya que sabemos que no todas las personas son igual y en el ciclo del sueño, tampoco. Así que, aunque duerma solo 10 o 20 minutos pero parece que le llega, entonces no debes preocuparte más.
Comer y dormir son las dos acciones básicas desde que nacen. Pero al crecer también son las cosas que tienen a su alrededor. Por eso, los estímulos, tal y como mencionamos antes, también son de gran interés para los peques. Poco a poco van adquiriendo nuevos hábitos y eso se refleja hasta en su cambio de sueño. Claro que hay otro punto que también tiene importancia y es que, en ocasiones el bebé quiere dormir pero no lo consigue. Es ahí cuando sí que podemos pensar que se puede tratar de algún tipo de enfermedad que tiene en ese momento o que quizás se siente angustiado o con mucho miedo. Es el momento de intentar averiguarlo para evitarlo y que pueda descansar a sus anchas.
Qué puedo hacer para que mi bebé sí duerma de día
Una de las primeras cosas a las que debemos recurrir es establecer unos horarios, porque la rutina hará que finalmente caigan rendidos. Pero es cierto que también hay que evitar los lugares con muchos estímulos. Ya que esto los activarán todavía más y no querrán cerrar los ojos y perdérselo. Al ser de día es habitual que tengamos la televisión encendida o quizás la radio. Por eso, cuando veamos alguna señal en nuestros peques, como que bosteza, se queda mirando fijamente o comienza a restregarse los ojos, es mejor llevarlo a un lugar más tranquilo, para que desconecte. Quizás un poco de paseo o balanceo muy suave, de hablarle en voz baja o de tomarlo en brazos y acunarlo pueden ser algunas de las mejores opciones, sin olvidarnos de un masaje que también lo relajará. Claro que de nuevo tenemos que mencionar que a cada uno le irá mejor una acción que otra.