Los pensamientos negativos no solo afectan a las personas adultas, ya que los niños también pueden desarrollar una personalidad pesimista o negativa. Esto se puede apreciar en conductas del día a día, niños que ante cualquier reto se rinden enseguida, que no tienen confianza en sí mismos y que a menudo utilizan excusas cuando no pueden hacer algo.
Ser muy negativo puede afectar al desarrollo de los niños, porque ceden ante la dificultad que su propio cerebro les plantea y dejan de esforzarse por hacer las cosas. La buena noticia es que si tu hija es muy negativa, puedes enseñarle a ser más optimista. Porque la ventaja de que un niño sea algo negativo, es que eso significa que tiene la capacidad de interiorizar y analizar los pensamientos.
Cómo ayudar a mi hija si es muy negativa
Primero hay que intentar descubrir de dónde viene toda esa negatividad, si es algo reciente o sencillamente a medida que ha ido creciendo ha ido desarrollando ese carácter pesimista. Los niños escuchan todo lo que se dice a su alrededor, aunque con demasiada frecuencia se habla delante de ellos como si no existieran. Todos los comentarios que escuchan se quedan en su cerebro y cada uno lo procesa de una forma diferente.
Por lo que, si tu hija quiere jugar al fútbol pero no es muy buena, necesitará escuchar frases positivas, que incluyan palabras poderosas que su cerebro transforme en determinación. Tú puedes hacerlo, cada vez juegas mejor, estoy orgullosa de ti. Frases que incitan y fomentan los pensamientos positivos, el cerebro de la niña recibe un estímulo positivo y así lo exterioriza la niña.
En cambio, si le dices que mejor elija otro deporte porque el fútbol no se le da bien, nunca le van a coger para el equipo, son frases que incluyen negatividad implícita. Las palabras nunca o no, provocan en el cerebro un efecto de falta de confianza, la niña interioriza que no va a ser capaz de hacerlo. ¿Para qué se va a esforzar si no confía en sí misma? Todo es cuestión de las cosas que les decimos a los niños y cómo lo hacemos.
Pautas para transformar la negatividad
Ser muy negativa no tiene por qué ser malo, ya que es una característica más de la propia personalidad. El problema surge en los niños, porque esa actitud les impide buscar la plenitud de sí mismos. Un niño conformista, que no busca retos, que no se cree capaz de hacer cosas nuevas, está mostrando falta de confianza en sí mismo. Por ahí es por donde puedes empezar a transformar la negatividad.
Ofrécele varias alternativas, buscando aquellas que más se ajusten a las cosas que le gustan y hace bien. Evita exigirle más de lo que ella cree que es capaz de hacer y valora cada cosa que haga, por muy simple que parezca. Es muy importante trabajar la autoestima de la niña, para que poco a poco sea capaz de ver las muchas capacidades que tiene en su interior.
También es posible que tu hija sea muy negativa porque tú misma lo eres. Quizá el otro progenitor o cualquier otra persona que conviva en la misma casa. Las cosas se contagian, la risa, la alegría, la tristeza, el buen humor, y también la negatividad. La buena noticia es que de la misma manera se contagia la positividad. Por lo que es esencial comenzar con un cambio generalizado.
Colócate frente al espejo, asegúrate de que tu hija está cerca para escucharte. Expresa en voz alta lo guapa que estás, lo bien que te sienta esa ropa y las ganas que tienes de comerte el mundo ese día. Un mantra que no solo ayudará a tu hija a cambiar su pensamiento negativo por otro más optimista. A ti misma te servirá para quererte más, para ver todo lo bueno que hay en ti, todo lo que tienes que ofrecer al mundo y que nadie te puede parar. Esos son los mensajes que debe recibir tu hija para dejar de ser muy negativa.