Son muchos los padres que descubren en los niños de muy corta edad una disonancia entre su sexo y género. Como consecuencia aparece la preocupación de algún padre o madre explicando que su hija de dos o tres años o más, quiere ser chico.
Hoy en día vivimos bajo una sociedad que poco a poco va avanzando en cómo hay que actuar frente a la libertad, independientemente de su género, en no juzgar sus actos porque siente que es de otro sexo diferente. ¿Qué ocurre cuando tu hija no se identifica con el sexo que es? ¿y si no se siente niña y rechaza su órgano reproductor femenino?
Mi hija quiere ser chico, ¿qué significa?
Algunas madres o padres han entrado en consulta preocupados porque su hija se ha obsesionado con la idea de que quiere ser chico. En muchos de los casos rechazan su sexo, quieren tener pene y orientan su postulación queriendo orinar de pie, vestir como los chicos o incluso rodearse de amigos para jugar con ellos.
Generalmente suele distinguirse este hecho como el término global transgénero, ya que algunos niños o niñas no se identifican con el sexo biológico que ha sido otorgado al nacer. Muchas personas no encuentran empatía con sus órganos reproductores y les provoca un malestar o rechazo llamado disforia de género.
Muchas de estas respuestas pueden manifestarse con diferentes expresiones. La niña puede estar pasando por una identidad de género, dónde está regido su modalidad por el cerebro. Por su orientación sexual, cuando determinan ser heterosexual, bisexual u homosexual. O cuando están expresando sexualmente una orientación, dónde lo harían con el comportamiento.
¿Qué identifica a tu hija con ser ‘transgénero’?
Se identifica por una serie de detalles precisos, entre ello está la forma de actuar, verbalizar o cuando no está conforme con su sexo. A continuación, detallamos muchos más de los motivos que concluyen esta situación:
No hay discriminación de edad, puede ser una niña o una chica ya adulta dónde pueden comenzar a manifestar su deseo de vestir con el sexo contrario y rechazando el de su propio género.
Les gusta estar rodeados con compañeros del otro género y dónde crean un comportamiento o juegos de ese sexo en imitación y fantasía. Los juguetes de su propio género son rechazados y prefieren los del sexo opuesto. Lo mismo ocurre con las actividades de juego o cómo deberían comportarse, evitan todo lo que esté en sus manos.
No les gusta su sexo asignado, cómo hemos repuntado, las niñas no quieren tener vulva y lo mismo ocurre en la edad adolescencia. Hay un rechazo exhaustivo sobre el crecimiento de los pechos, el cambio de voz o con el tema del vello púbico.
Respecto a su vida social prefieren que se les trate como personas del otro género y siempre encuentran algún tipo de bache o no concluye en la sintonía que están esperando. Su respuesta puede crear un gran malestar y crea un deterioro en su vida social y sobre todo escolar.
Cómo apoyar a tu hija que quiere ser chico
Hay que respetar la libre expresión de tu hija para que pueda manifestar lo que verdaderamente siente y pueda identificarse. En ningún momento hay que negar cómo quiere vestir o con qué quiere jugar.
Si es una situación difícil de sopesar siempre hay que acudir al apoyo psicológico a nivel familiar. Hay asociaciones que permiten este tipo de ayuda tanto para los padres como los niños transgénero. La niña puede necesitar a una persona externa que le haga compartir sus necesidades y pueda gestionar todas sus inquietudes.
Es importe que en casa tenga todo el apoyo y refuerzo posible, ya que todo lo que ocurra en su exterior puede que sea objeto de discriminación y burla. La comunicación en el ambiente familiar es un refuerzo positivo, hay que intentar normalizar la situación para que no haya conflictos y dejar que tu hija explore su sexualidad con la mayor normalidad posible.