Cuando un hijo se convierte en adolescente ya no es tan niño, pero quiere tener su propia autonomía. A esta edad quieren comenzar a salir con sus amigos y quedar con ellos para compartir experiencias. Las primeras salidas puede ser complicado para los padres, ya que sentirán miedo de dejar a sus hijos solos salir a la calle.
Cuando los hijos llegan a la pubertad, estarán dando los primeros saltos a la independencia, que es muy importante para la vida adulta. En este camino, la relación con los amigos es fundamental para ellos. Aunque los padres sientan cierto vacío, miedo o vértigo, es necesario mostrar confianza para que los hijos desarrollen un buen sentido de la responsabilidad.
Normalmente es a partir de los 13 o 14 años cuando los chicos y chicas comienzan a demandar estas salidas. Es necesario darles cierta autonomía y sobre todo, darles confianza en su auto cuidado. A estas edades los chicos y chicas solo quieren experimentar la libertad. Normalmente la hora de llegada suele ser u conflicto pero es necesario organizarlo acorde a las necesidades de la familia. Lo que importa sobre todo es que los padres estén tranquilos y puedan confiar en sus hijos.
En la adolescencia se inician los hábitos de consumo como la bebida o el alcohol y es necesario hablar con los adolescentes sobre su opinión y explicarles qué tipo de consecuencias tiene el consumo de estas sustancias para su desarrollo o para su vida en general.
Si no te gustan los amigos de tu hijo, es importante que hables con ellos, sobre todo si son malas influencias, pero no les critiques, respétales. Habla solo de comportamientos y no de personas, porque si no tu hijo sentirá que le estás atacando directamente a él cuando hablas mal de sus amigos, a los que considera muy importantes en su vida.