Si tu hijo de 2 años se despierta llorando y gritando, es posible que esté pasando lo que conoce como terrores nocturnos. Se trata de una alteración del sueño que provoca que el niño se agite, grite o llore sin llegar a despertarse en la mayoría de las veces. Son episodios cortos, que apenas duran unos minutos y terminan de forma natural.
Si el niño no se despierta, no se recomienda interactuar con él porque podría provocar más miedo o desconcierto. Lo que recomiendan los especialistas es mantenerse a su lado, controlando que no se hagan daño y esperando por si se despierta. Es normal que esta situación te preocupe, pero es más normal de lo que pueda parecer.
Por qué mi hijo de 2 años se despierta llorando
Los niños pequeños suelen tener despertares nocturnos hasta los 6 años, incluso, algunos los mantienen hasta que son más mayores. Se trata de algo normal debido a la inmadurez de su cuerpo, que en muchos casos no está preparado para dormir toda la noche de seguido y necesita dormir varias veces durante el día. Por ello, es muy importante respetar las siestas de los niños para que tengan una buena rutina de sueño.
Cuando esto no sucede, el niño tiene horarios irregulares para dormir, duerme pocas horas y no alcanza un sueño profundo, ve la tele o dispositivos móviles poco antes de ir a la cama, son factores que intervienen en el sueño del niño. Malos hábitos que le impiden tener una rutina de sueño correcta y que pueden provocar estrés nocturno que se traduce en terrores y pesadillas mientras duerme.
Estos problemas de sueño también pueden estar provocados por algunos medicamentos e incluso, existe un patrón compartido familiar. Es decir, si existen antecedentes de pesadillas, terrores nocturnos y dificultad para dormir en los padres, es más probable que el niño los padezca también. En este caso, lo mejor es crear una rutina de sueño que favorezca el descanso del pequeño y en caso de que la situación no mejore, consulta con el pediatra para que pueda ofrecerte unas pautas concretas.