Al comienzo quizás sea una forma de decir o hacer, puede ser un retraso al caminar o al hablar o cierta conducta repetitiva. No todo es síntoma de que hay algún problema pero por esto mismo es importante la observación. Cuando se suman algunas cuestiones es bueno realizar una consulta. Mi hijo es hiperactivo y no habla, mi niño se golpea la cabeza cuando se enoja, mi hijo gatea hacia atrás. Estas y otras consultas se escuchan en el consultorio del pediatra…
Durante los primeros años de vida de un niño es común comenzar a advertir ciertos comportamientos y conductas. Éstos permiten dar cuenta del desarrollo de nuestros hijos aunque también pueden ser síntoma de alguna dificultad o trastorno. Es preciso estar atentos al desarrollo de nuestros peques para así detectar cualquier inconveniente.
Síntomas de un hijo hiperactivo
Es común que los niños con hiperactividad también manifiesten ansiedad e impulsividad. En algunos casos, la hiperactividad está asociada a ciertos trastornos complejos, en otros remite a la necesidad propia de los niños de moverse, perder la atención y tener dificultades para permanecer calmos. Entre otros síntomas, los más frecuentes son:
- Dificultad para mantener la atención en una tarea larga.
- Dificultad para explorar de manera ordenada.
- Exceso de actividad motora y de forma inapropiada.
- Dificultad para finalizar tareas y mantenerse sentados en la silla.
- Conductas disruptivas.
- Incapacidad para controlar conductas (no pueden dejar de hablar)
- Sólo quieren hacer aquéllas cosas que los gratifican, dejando atrás deberes y obligaciones.
- Impulsividad
Si tienes un hijo hiperactivo registras muchos de estos síntomas, realiza una consulta. Hay medicación propia para la hiperactividad y también está la terapia cognitiva que ayuda al niño a organizarse, realizar tareas y desarrollar un lenguaje interno.
Hiperactividad y habla
Si bien no hay síntomas concluyentes en un comienzo al comienzo, cuando un hijo es hiperactivo y no habla puede ser un indicador de otros trastornos. En especial, comportamientos vinculados al trastorno por déficit de atención e hiperactividad, más conocido como TDAH. Médicos y expertos confirman que el trastorno está presente desde el nacimiento pero comienza a detectarse a medida que el niño crece y se advierten algunas conductas y retrasos en el desarrollo de ciertas habilidades propias de cada edad.
A menudo la hiperactividad, el no desarrollo del habla, los problemas de socialización y otros síntomas comienzan a manifestarse en el jardín de infantes y, más aún durante el tránsito por la escuela primaria. Una de las razones por las que es difícil advertir el TDAH es que durante los primeros años de vida la mayor parte de los niños muestran comportamientos o síntomas del TDAH. Lao falta de atención, impulsividad e hiperactividad son habituales en todos los niños en edad preescolar, con la diferencia que en los casos de niños con TDAH el resto de los peques abandonan esos comportamientos, en estos niños continúan haciéndolos. Incluso la brecha con el resto de los niños se amplía.
¿Niños con TDAH?
Los niños hiperactivos que no hablan no siempre son niños con TDAH pero son síntomas bastante habituales y por esto es que es bueno realizar una consulta con el médico para una evaluación completa. De acuerdo a las estadísticas, hacia los 7 años de edad, la falta de atención, la hiperactividad, el no haber desarrollado el habla y la impulsividad permiten dar cuenta del trastorno.
Son nichos que además tienen dificultades para socializar y exigen una gran demanda por parte de sus padres. Es frecuente que aquéllos que han tenido otros hijos mayores, registren el nivel de demanda y terminen el día agotados por la alta demanda de sus peques. Una consulta con un especialista es importante en estos casos. El médico evaluará la conducta del niño en diferentes entornos para así diferenciar si el niño es hiperactivo y no habla porque tienen un temperamento «difícil», alguna dificultad específica en el habla, problemas en la crianza, etc. Op bien si es un niño con TDAH.