Mi hijo es muy vago, ¿qué hago?

Mi hijo es muy vago

La falta de motivación, la poca confianza en uno mismo o la dificultad para realizar ciertas tareas, suelen ser las causantes de que un niño sea muy vago. Todo esto supone un reto a la hora de que cumplan con sus deberes, sus tareas de casa o cualquier actividad que requiera de un esfuerzo. Permitir que un hijo sea muy vago es algo realmente peligroso, ya que esa actitud puede perjudicarle a lo largo de su vida.

Ante esta situación, es muy importante preguntarse si hay algo que haya podido causar que tu hijo sea muy vago. Ya que, por lo general los niños son activos por naturaleza. Aunque hay niños más movidos que otros, lo normal es que tengan una energía desbordante. Ganas de descubrir, de hacer y de aprender porque en eso consiste los primeros años de la vida.

Por lo que, ante la actitud pasiva de un niño, es importante buscar para descubrir si puede haber algún problema adyacente que esté causando esa falta de motivación e iniciativa en el niño. Las causas pueden ser numerosas, pero solo si trabajas en ello podrás ayudar a tu hijo a desarrollar su autonomía, su confianza, el sentido de la responsabilidad y la fuerza de voluntad. Todas ellas, cualidades esenciales para el desarrollo de la personalidad.

Cómo incentivar a mi hijo si es muy vago

Mi hijo es muy vago

A menudo son los propios padres y las madres las que crían a niños vagos. Con toda la buena intención del mundo, con el objetivo de hacerles la vida más fácil. Es una actitud totalmente natural, pero que a la larga puede ser realmente perjudicial para los niños. Ayudarles a crecer también pasa por darles obligaciones, tareas, trabajos y actividades que requieran de esfuerzo.

Porque de lo contrario, se acomodan, descubren lo fácil que es obtenerlo todo a cambio de no hacer nada. Pero, cuando llega una situación complicada donde los padres o las madres no pueden estar para encargarse, no saber gestionar esa frustración puede convertirse en un grave problema para el niño. Con pequeños cambios puedes ayudar a tu hijo y cambiar esa actitud pasiva.

  • Enséñale a organizarse: La planificación es la clave del éxito cuando hay que llevar a cabo varias tareas. Cuando un niño se ve ante muchas tareas, puede sentirse bloqueado por no saber enfrentarse a ellas. Ayúdale a organizarse, crea un horario para sus obligaciones diarias y crea herramientas con las que aprenda a diversificar mejor su tiempo.
  • No hagas sus tareas: En lugar de hacer su trabajo, ayúdale para que lo termine él mismo. No le vas a ayudar haciendo sus trabajos, pero sí puedes enseñarle cómo debe hacerlo y estar a su lado para que se sienta acompañado en su aprendizaje.
  • Valora sus esfuerzos: Si muestra interés en sus tareas, aunque no estén bien hechas, debes valorar su esfuerzo para incentivarlo a mejorar. El niño también necesita comprobar que si hace las cosas que debe hacer, recibe un refuerzo positivo que le ayuda a esforzarse por mejorar.
  • Dale tiempo para terminar lo que empieza: Presionarle con un horario o un tiempo límite puede bloquearle aún más. Si cree que no será capaz de hacerlo en el tiempo que le pides, lo más probable es que se rinda antes incluso de comenzar.
  • Enséñale a asumir responsabilidades: Si se lleva un juguete a la calle, debe asegurarse de que está bien cuidado y de llevarlo de vuelta a casa. Es un ejemplo de responsabilidad, que puede aplicarse tanto en niños pequeños como en preadolescentes.

Autoexigencia, disciplina y autoestima

La autonomía en niños

La pereza se puede vencer, con disciplina, con una autoestima fuerte que les enseñe que son valiosos. Que las cosas que hacen merecen la pena y que vale el esfuerzo para obtener cualquier recompensa. Enseñar a los hijos a ser autoexigentes, es clave en su desarrollo personal. Porque ser trabajadores, esforzarse por lograr la mejor versión de sí mismo, les abrirá las puertas de una vida llena de éxitos en todos los ámbitos de su vida.

Hacerles la vida fácil a los hijos no pasa por animarles a ser vagos. Con pequeños gestos, como elegir su ropa cada día, cumplir las tareas asignadas en casa, responsabilidades apropiadas a su edad, los niños poco a poco encontrarán la motivación que necesitan para vencer la pereza y así dejarás de tener un hijo muy vago.


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