Si tu hijo gasta mucho dinero, es probable que necesite aprender algunas cosas sobre el valor del dinero. En ocasiones, los padres y las madres olvidan que los niños deben aprender cuestiones tan importantes como la diferencia entre el bien o el mal, por ejemplo. Una de esas cosas que a menudo pasan de largo, es hablar con los hijos y educarles para que sepan cómo se consigue el dinero.
Porque si los niños no son conscientes de cuánto cuesta ganar el dinero que llega a casa y lo difícil que es para los adultos hacer frente a todos los gastos, lo más probable es que terminen haciendo un mal uso de él. Algo que a largo plazo, puede convertirse en un problema para ellos. Ya que, en algún momento llegarán a la edad adulta y tendrán que responsabilizarse de su propio dinero.
Educación financiera en la infancia
Enseñar a los niños el valor del dinero es una lección fundamental para su desarrollo y crecimiento personal. Porque saber cuánto cuesta ganar el dinero, tener que esforzarse por ello, es la clave para que los hijos crezcan siendo responsables, para que aprendan a administrarse y algo esencial en esta sociedad hiper consumista, a comprar de una forma responsable.
Cuando los padres olvidan trabajar este aspecto con los niños, aumentan las probabilidades de que estos desarrollen actitudes tan irresponsables como el derroche. No solo del dinero, cuando los niños no entienden el valor de las cosas, no saben que tienen que cuidarlas y responsabilizarse de ellas. Algo que empieza cuando son pequeños, cuando son caprichosos y deben empezar a recibir las primeras negativas.
Si los niños tienen todo lo que quieren, si no tienen que esforzarse de alguna forma para conseguir aquello que desean, aprenderán de forma errónea que pueden tener todo, que se merecen tenerlo todo sin más. De forma que, cuando llega la primera negativa fuera del ambiente doméstico, llegan las frustraciones y la dificultad para hacer frente a los problemas.
Mi hijo gasta mucho dinero, ¿Qué hago?
En esta sociedad globalizada, con nuevas tecnologías y todo al alcance de un solo «clic», es aún más importante enseñar a los hijos a controlar la economía. Es muy fácil gastar hoy en día, lo que supone un peligro para los chicos que pueden tener libertad económica poco controlada. No se trata de controlar cada movimiento, ni de eliminar conceptos como la paga semanal.
Si tu hijo gasta mucho dinero, puedes empezar por restringir su acceso a internet sin control parental. Elimina cualquier opción de pago virtual, como tarjetas bancarias o plataformas de pago virtual. Su paga debe ser en dinero metálico, para que al gastar el dinero, pueda ver cómo la cantidad disminuye. Al ver cómo desaparece el dinero, le costará mucho más gastarlo.
Para que tu hijo tenga dinero, ya sea con el concepto de paga semanal o como gratificación por haber realizado algún encargo, debe haber un esfuerzo previo. Ayudar en las tareas de casa, cumplir con sus obligaciones, comportarse correctamente en casa, son factores favorables para que el niño reciba una paga. Para que pueda obtener una cantidad extra, tendrá que realizar una tarea más compleja, como limpiar el coche, hacer recados o cualquier otra tarea que estimes oportuna.
Debes ser firme y no acceder a los chantajes
Después de acostumbrarse a lo bueno, a lo fácil, es muy complicado aprender lo contrario. Esto es algo que ocurre en personas de cualquier edad. Por lo tanto, debes ser consciente de que si tu hijo gasta mucho dinero y quieres poner fin a esta situación, tendrás que ser firme en tus decisiones y no acceder a los posibles chantajes que usará el niño. Quizá utilice el llanto, el enfado o te diga cosas dolorosas, como que ya no te quiere o que las madres de sus amigos son mejores que tú.
De darse el caso, recuerda que tan solo se trata de un niño tratando de conseguir aquello que ansía, de la manera que sea. A ninguna madre o padre le gusta que su hijo sufra, menos aún por dinero o cosas materiales. Pero que los niños aprendan el valor del dinero, el autocontrol, la administración o el ahorro, marcará la diferencia en sus decisiones económicas en su edad adulta.