Seguro que han sido muchas las veces en las que se te ha pasado por la cabeza la frase de: «Mi hijo me tiene amargada». Ese es un momento complicado, fruto de muchos días, de días de desesperación, sin saber qué hacer con tu hijo adolescente. Porque por más que lo has intentado con él o ella parece que nada funciona.
El cansancio y el agobio darán lugar a esa sensación de estar que no puedes más. Es algo natural, aunque al pensarlo nos sintamos aún peor. Pero es que cuando cada día las cosas van a peor en lugar de solucionarse, aunque sea ligeramente, el cuerpo y la mente llegan a rebosar. Dejame decirte que no estás sola, que son muchos padres o madres que también sienten que no pueden más.
Mi hijo me tiene amargada: las causas principales
La adolescencia es un gran cambio para nuestros hijos pero también para los padres y madres que tienen que enfrentar y afrontar diversas situaciones, en gran medida, bastante complicadas. Pero, ¿cuáles son las causas de que los menores se rebelen a tan temprana edad?
Los cambios hormonales
Sin duda, uno de los grandes cambios que experimentan son los cambios hormonales. De manera que estos también pueden derivar en cambios en su manera de ser y es que las emociones estarán a flor de piel. Es por ello que el comportamiento seguro que también varía y no hacia el lugar que nos gustaría.
No saben quiénes son
Otro de los puntos vitales en esta época es descubrir quiénes somos en realidad, lo que quieren llegar a ser o lo que no. Por lo que son muchas preguntas que no siempre tienen una respuesta sencilla.
La presión de tipo académico
Comienzan a notar más presión en el cole, pensando también en el futuro o porque en la propia familia así se le impone. Aparecen las malas notas y un desinterés por estudiar.
Problemas para encajar en un grupo
Las relaciones sociales se vuelven más importantes para ellos, de ahí que sienten la necesidad de poder encajar en uno o más grupos y no siempre sucede así. Lo que dificulta las relaciones y como no, su estado de ánimo.
Consejos para mejorar la relación en la familia
Si has pronunciado más de una vez eso de: «Mi hijo me tiene amargada», entonces necesitas algunas claves o consejos para cambiar la situación en la medida de lo posible.
Una buena comunicación
Tampoco decimos que sea fácil pero desde luego la comunicación es algo que debe darse desde muy pequeños en casa. Un buen ambiente familiar, sin discusiones, generará todo lo propicio para que la familia pueda reunirse y conversar. Además de ello es necesario escucharlos, aunque no se expresen con palabras, seguro que sus intenciones se verán rápidamente.
Respetar el tono al hablar
Cuando decimos las cosas a gritos no podemos esperar nada bueno de las contestaciones que están por llegar. Es así que, aunque estemos deseando dar un golpe en la mesa, debemos contenernos y usar siempre un tono correcto, cercano.
Respetar sus sentimientos
Aunque muchas veces no te parezcan tan importantes, sí lo son. Es por ello que se merecen que respetemos al 100% sus sentimientos, que los entendamos y que de nuevo, los escuchemos y nos pongamos de su parte. Solo así se sentirán más respaldados y confiados.
Intenta apoyarlo
Tenemos claro que cuando las notas no son buenas y el comportamiento tampoco, resulta complicado el poder apoyarlo. Porque queremos que dé más de sí. Pero debemos intentarlo y apoyarlo, darle ánimos para que se sienta más confiado. Muchos mejor los mensajes mandados desde lo positivo que los que resaltan lo negativo. Anímalos a mejorar, diciendo que ellos pueden y que deben dar un poco más de sí.
Hacer planes divertidos con ellos
Es complicado que los hijos adolescentes quieran hacer planes con sus padres, pero también es otra de esas tareas que debemos intentar. Podemos hacer un día de pelis y palomitas en casa, salir algún finde a hacer senderismo o a conocer lugares nuevos, etc. Planes que integren a toda la familia y que sean divertidos para ver cómo reaccionan.