Las madres que han dado el pecho a poca o gran demanda saben que es uno de los capítulos cerrados dentro de lo mejor de la maternidad. Es lo mejor que podemos dar a nuestros hijos y una etapa ya cerrada, ¿Pero qué ocurre cuando tu hijo quiere volver a tomar el pecho?
Sin duda es un fenómeno muy exclusivo, pero que muchas madres están pasando y compartiendo como un caso extraordinario. No es normal que un niño o niña ya tengan 6 o 7 años por ejemplo y se les vuelva a hacer la petición de volver a tomar el pecho.
¿Por qué mi hijo quiere volver a tomar el pecho?
Generalmente sucede en niños con un alto apego hacia la madre o una alta regresión por alguna circunstancia que los está empujando. La llegada de un hermanito nuevo hace que este tipo de comportamientos se genere y por otras razones habría que hacer una pequeña reflexión de por qué se está demandando algo que ya no debería de encajar.
Son muchas las madres que hacen su propia consulta en redes, su hijo de 5 años pide otra vez el pecho, ya que su hermanito de 7 meses también lo hace. O el caso de otra madre que destetó a su hija de 5 años y cuando cumplió 9 años le pidió que si podía volver a amamantar. Todo ello lo compagina con su otra hija de 8 años, lo que se convierte en un caso totalmente normal para las niñas. Los niños piensan que es totalmente normal pedir el pecho e incluso estando fuera de casa, aunque ya a una cierta edad hay que ser un poco discreto con tal situación.
Principales causas que pueden incitar a tomar el pecho
El principal motivo que se suele asociar es cuando existe la presencia de un hermano. La causa son los celos, la pérdida de protagonismo que tenía antes y con ello la intención de estar captando la atención de los padres.
Suele ocurrir en niños de 3 años cuando comienzan su etapa escolar. Es un momento que coincide con un gran cambio y dónde puede observar que se hace mayor. El comienzo de la escuela no es un cambio drástico porque los niños principalmente aprenden con muchos juegos. Pero algunos niños lo asocian con lo desconocido, un gran cambio y eso les asusta.
Hay niños que en la etapa de 3 a 5 años también observan un gran comienzo de responsabilidades. Se sienten poco capaces de asumir obligaciones como las del colegio y comienzan con una regresión y el miedo a crecer. Quizás se quieren volver a sentir “bebés” y es cuando quieren volver a tomar pecho, querer tomar la leche en un biberón o volver a la toma del chupete.
Otro motivo y mucho más trágico es cuando pueden haber sentido la pérdida de un familiar. Si el niño sentía un gran apego y tenía una buena relación se puede sentir confuso y desorientado. La regresión a antiguos hábitos es la forma de volver a recrear esos momentos que le daban tanta protección.
Si los padres tienen constantes peleas y no hay una buena relación, puede que encuentre también una inestabilidad en casa debido a las broncas y eso crea temor e inseguridad. Los niños captan la atención con querer volver a ser bebés, hablan como si fuesen niños muy pequeños, duermen mal, toman los hábitos de un bebé e incluso llegan a orinarse encima
¿Qué podemos hacer los padres cuando se sufre una regresión?
Hay muchas formas de resolverlo y sobre todo intentando tener mucha paciencia. Hay que procurar no reñir al niño y evitar frases negativas. Si no se cede a sus caprichos debemos de comprenderlos y explicarlos que hay cosas que ya no corresponden con su edad, y siempre con cariño.
Seguramente el niño esté demandando mucha más atención y tiempo con sus padres y si puede estar en tu mano hay que hacerlo. Pero para nada recalques la postura de que es un bebé ni uses palabras como “eres un bebé”, hay que tener mucha paciencia, calma. Hay que sentir cariño y respeto por lo que sienten y dirigirles con esa autoridad que nos han dado para que puedan tener un guía en sus vidas.