Si sientes que tus hijos te agobian y que eres mala madre por ello, abandona este pensamiento. Desde que nuestros hijos nacen vivimos en un continuo aprendizaje y proceso de adaptación, y esta situación puede y va a acabar por agobiarte en ocasiones. Pero esto no te convierte en una mala madre, es que no es fácil, ni necesario cumplir con todos los roles que la sociedad impone.
Ser madres afecta de una manera que ni podías imaginar. Conservar la calma y permanecer tan tranquilas y serenas como sea posible, lleva su proceso. Puede que ni siquiera con el paso del tiempo llegues a sentirte a gusto al 100% con la nueva vida. Esperamos que estos consejos te ayuden a disfrutar de la maternidad de mejor manera de lo que haces ahora.
Si tus hijos te agobian, busca tus espacios
Tengan la edad que tengan tus hijos, incluso en las primeras semanas, tienes que seguir ocupándote de ti. Somos consciente que estas palabras son fáciles de escribir, pero complicadas de llevar a la práctica. No obstante inténtalo, búscate momentos de esparcimiento y relajación. En general, tener una rutina diaria básica con el bebé os ayudará a ambos.
Cuando tengas un momento libre, aprovéchalo. Habla con tu pareja para poder disponer de este tiempo en el que puedas céntrate en ti y no en todo lo que tienes que preparar para el bebé, aunque no le estés atendiendo. No pienses que eres egoísta si manifiestas tus necesidades, tus deseos. E intenta realizarlos. Procura hacer cosas que te gusten, no sólo que le vengan bien al bebé o al niño.
En un artículo del New York Times se relataba cómo las madres trabajadoras se debaten entre la culpabilidad de tener que dejar a sus hijos con niñeras o guarderías y no poder atenderlos ellas mismas, a la vez que sienten alivio por estar tranquilas en otros espacios, hablar con adultos… Esta paradoja es mayor en madres que viajan.
Maternidad y emociones negativas
La maternidad remueve la conciencia. Es muy normal sentirnos desbordadas, y que de pronto nos entren violentas ganas de llorar. Muchas veces, estas emociones no están exactamente ligadas a nuestros hijos, pero ellos son como el detonante.
Puede que las diferencias con nuestra pareja, si tenemos otros hijos, con ellos, y nuestra familia, nos esté llevando a un estado de estrés que nos hace no querer todo lo que nos rodea, incluyendo nuestra labor de madres. Sentimos que nuestros hijos, y nuestra vida nos agobia, y esta presión tan grande, nos hacer ser incapaces de asumirlo todo.
A la vez esto provoca vergüenza, nos sentimos malas madres, no estamos respondiendo a los modelos de mujer que se valoran en la cultura. No somos supermadres amorosas, equilibradas y trabajadoras. No dejes que los conceptos sociales te anulen. Si no llevas bien la maternidad, a la edad que tengan tus hijos, pide ayuda, conversa sobre lo que te pasa.
Pérdida de autoestima cuando los hijos agobian
Todo es nuevo tras el nacimiento del bebé, y los agobios suelen venir por el miedo, la incertidumbre, inseguridad, vulnerabilidad, cambios hormonales, todo esto y más es un cóctel difícil de llevar. No te angusties más de lo suficiente, estas cosas son normales. Te estás habituando a este nuevo estilo de vida.
Algunas mujeres sienten que han fallado sólo porque tuvieron un parto con ciertos inconvenientes. Pensando ya que no están a la altura de la experiencia de ser madre. Habla con tu pareja o con otras personas que puedan escucharte y entenderte. Sé sincera y no trates de ocultar tus sentimientos de frustración o agobio. No eres la única que ha pasado por estas emociones.
A esta pérdida de autoestima se puede sumar que los demás te digan cómo debes cuidar al bebé. No lo hacen con mala intención, pero la mayoría de las veces estos consejos agobian más que ayudan. No tomes como imprescindible los consejos de nadie. Analiza y fíjate si estás de acuerdo y si realmente consideras que te vendría bien aplicarlos a tu contexto familiar. Tomar las riendas de tus decisiones fortalecerá tu autoestima.