Tras la separación de los padres, la reacción de los hijos es muy diferente. Hay que tener en cuneta la edad de los niños, las causas y circunstancias de la ruptura y las explicaciones que los niños hayan recibido de la misma. Pero ¿qué pasa si después de un tiempo en el que tus hijos viven contigo, ellos te plantean que quieren vivir con su padre?
En este artículo daremos respuestas prácticas, sobre los pasos a seguir en el caso de que tus hijos se quieran ir a vivir con el padre, qué derechos tienes en el caso de que no aceptes de buen grado esta situación, pero lo más importante: tus hijos, debes valorar cómo y por qué ellos están reclamando este cambio.
Mis hijos quieren vivir con el padre y no estoy de acuerdo
El régimen de visitas, como cualquiera de las otras de las medidas que se adoptan en un proceso de divorcio, o de pareja de hecho no casada, no es algo inamovible. Las condiciones puede verse alteradas y hay flexibilidad. Para que se plantee esta modificación, debe darse un hecho nuevo, que puede ser que el niño, pida vivir con el otro progenitor y que este lo demande.
En cualquier caso si hay conflicto de intereses entre los progenitores, prevalecerá siempre el interés del menor. Este es un procedimiento que precisará de abogado y procurador y su tramitación sigue las directrices para el juicio verbal, con las especialidades propias de un proceso de familia. Al final hay una sentencia por parte del juez que permitirá o no el cambio de residencia del menor, y que admite recurso de apelación.
En la mayoría de los casos lo que se da es una reestructuración del régimen de visitas. No es lo mismo el régimen de visitas que se pudo establecer al principio, cuando el menor tenía, pongamos 5 años, que ahora que es un, una, adolescente de 15, con necesidades diferentes. Para ello se contemplarán las circunstancias sociales y personales de ambos progenitores, y las del menor.
Mis hijos quieren ir a vivir con el padre, y sí estoy de acuerdo
También puede suceder y ocurre más a menudo de lo que pensamos que el niño plantee su necesidad de vivir con el padre, con el otro progenitor, y que estemos de acuerdo. En este caso todo será más rápido, y sano para el propio hijo, estableciéndose una custodia compartida de hecho. Este cambio también se puede reflejar en el acuerdo de separación. Esta modificación será más rápida, y la podéis promover tanto tú como el padre.
En el caso de jóvenes mayores de 18 años ellos mismos podrá decidir con quién quiere vivir, y tendrá que asumir las consecuencias de sus propios actos por razón de su mayoría de edad. La pensión alimentaria se otorga hasta que tiene independencia económica.
Respecto a este tema de las pensiones alimentarias, si no se ha modificado este punto, quien la provea, tendrá que seguir haciendo frente a ella. Es decir que aunque su hija o hijo viva ahora con él, seguirá estando formalmente obligado a pagar la pensión. Otra cuestión es si se la demandas o no.
Consejos sobre la actitud que puedes tomar
Obviamente cada una conoce sus circunstancias, la relación con el ex, y a sus hijos. No obstante sí nos gustaría darte algunas recomendaciones sobre cómo abordar la necesidad que te plantean tus hijos de irse a vivir con el padre. La primera es escucharle.
La mayoría de las veces esta demanda viene durante la adolescencia, cuando los choques con las madres son más fuertes. Te recomendamos que, si es posible, hables con tu ex, sobre la situación. Puede que ni siquiera esté enterado. Es mejor llegar a un acuerdo, en el que los dos mantengáis la misma postura ante vuestro hijo o hija. El bien del menor sigue siendo vuestro objetivo común.
Si tienes motivos confirmados, para que tu hijo no vaya a vivir con el padre, expónselos a él. Si aún así insiste, lo más conveniente será buscar ayuda profesional que les ayude a encontrar otras posibilidades de solución al conflicto.