La paternidad no es un camino fácil para ningún padre o madre, especialmente cuando se es primerizo. Lo normal es que cada día surjan nuevas dudas y cuestiones que se desconocen. Y todo esto inevitablemente lleva a buscar información a través de todas las fuentes posibles. De esta manera, se van extendiendo los mitos y leyendas que existen en torno al embarazo, la maternidad y como no, los niños.
Antes de derribar algunos de los mitos más conocidos, es importante recalcar que la mejor fuente de información que puedes encontrar es en tu propio pediatra. El especialista podrá resolver todas las cuestiones que vayan surgiendo, en cuanto a posibles enfermedades, el crecimiento del niño, su correcto desarrollo, todo lo relacionado con la alimentación, etc.
Los mitos y verdades más comunes
Son muchos los mitos que circulan sobre los niños, pero estos son algunos de los más extendidos. La respuesta real está obtenida a través de la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria. No existe mejor fuente que esta por lo tanto, vamos a derribar algunos de los mitos más comunes según la AEPap.
Mito 1. Cuando los niños tienen fiebre alta hay que administrar antibióticos
La respuesta médica dice que este mito es completamente falso. La fiebre es un método de defensa natural del propio cuerpo y la mayoría de las veces está causada por una infección vírica. Son pocas las veces que la fiebre está provocada por una bacteria, que sería el caso en el que se trataría con antibióticos.
Mito 2. Los bebés que residen en zonas muy cálidas necesitan beber agua
De nuevo se trata de algo incorrecto y solo en muy contados casos y por motivos específicos, el bebé menor de 6 meses necesita tomar agua. La realidad es que, los bebés que se alimentan con lactancia materna no necesitan tomar ningún otro líquido hasta los 6 meses. La leche materna tiene un porcentaje muy alto de agua y es suficiente para satisfacer las necesidades de hidratación del niño.
Este es uno de los motivos de que la lactancia materna sea a demanda. De esta forma, el bebé podrá cubrir todas sus necesidades de forma constante.
Mito 3. La leche de vaca incrementa la mucosidad
Este es otro de los mitos más conocidos, cuando los niños tienen leche, las mujeres mayores rápidamente recomiendan dejar de darles leche. Según indica la AEPap, no existe ninguna evidencia científica que determine que esto es correcto. Por el contrario, la leche contiene proteínas de alta calidad y gran cantidad de nutrientes esenciales para el correcto desarrollo.
Mito 4. Hay que rapar el pelo del bebé para que crezca más fuerte
En ningún caso el pelo crece más fuerte por que se corte por completo. El folículo piloso es exactamente el mismo y cuando se corta, se hace de forma superficial y por lo tanto saldrá con la misma consistencia. El cabello cambia progresivamente con la edad, por la alimentación y como consecuencia de diversos factores. Por lo tanto, no es necesario que cortes por completo el pelo de tu bebé para intentar que le salga el pelo más fuerte ni con mayor densidad.
Mito 5. Si el niño está estreñido se puede estimular el ano con una ramita de perejil
Este mito además de ser muy conocido, es falso y sobre todo peligroso. De ninguna manera se debe introducir nada en el ano del bebé, con el objetivo de estimular sus esfínteres y aliviar así el estreñimiento. Lo que puede suceder es que queden residuos que pueden provocar infección, que la zona se irrite y diversas consecuencias más. En el caso de que el bebé tenga estreñimiento, lo recomendable es que lo consultes con su pediatra y que sigas sus consejos.
También puedes favorecer el movimiento intestinal realizando suaves masajes con las piernas del pequeño, apretando con delicadeza la barriga. El movimiento es similar al que se realiza con las piernas al montar en bicicleta, al levantar su piernas debes pegarlas al cuerpo. Así se mueven los intestinos y es posible que el pequeño pueda aliviar su estreñimiento sin sufrir riesgos.