Molestias en el tercer trimestre del embarazo: alégrate de estar en ‘la recta final’

Molestias Tercer Trimestre Embarazo

Ya habíamos hablado en Madres Hoy sobre las ‘molestias’ (o malestar) durante el embarazo, refiriéndonos al primer y segundo trimestre. Llegada la semana 28, falta menos de la mitad, y en nada te plantarás en la recta final de tu gestación. A estas alturas te sientes mucho más segura, y probablemente pienses más en la carita que tendrá tu bebé, y el momento en el que lo podrás recibir en tu regazo que en otra cosa. Continuarás alimentándote equilibradamente, y – mientras puedas – haciendo ejercicio; pero el bienestar que acompaña esta etapa, se acompañará de pesadez, más de una vez convertida en incomodidad.

Nada a lo que no puedas adaptarte, desde luego, como lo han hecho antes que tú millones de mujeres en todo el mundo, y desde siempre. En las últimas semanas, seguramente te invadirá una sensación de ‘poder’ (¡estas gestando una nueva vida!) que te ayudará a sobrellevar mejor indigestiones e hinchazón. Todo lo que te puedo decir es ¡disfruta del embarazo!, siempre que te sea posible, habrá momentos en los que no le encontrarás sentido a esta recomendación, pero te aseguro de que es muy importante sacarle jugo a los pequeños momentos de la vida.

Molestias más frecuentes

Acidez, indigestión:

La primera debido (¡como no!) a las hormonas, en esta ocasión las que actúan sobre el anillo muscular entre el esófago y el estómago. La segunda porque tu útero comprime los órganos del sistema digestivo.

Deberás comer más frecuentemente y en pequeñas cantidades (por ejemplo cinco veces al día); y evitar alimentos fritos, grasas, picantes, cítricos o yogures.

Dolor de espalda:

Será difícil encontrar una embarazada que no lo sufra, entre el peso de tu barriga, y la hormona relaxina de la que ya hemos hablado en ocasiones (distiende los músculos), las zonas lumbar y dorsal se resienten.

Para evitarlo puedes flexional las rodillas cuando te agaches, evitar estirarte para coger cosas altas, dormir de lado con algún cojín o toalla / manta doblados entre las rodillas, sentarte con la espalda recta, …

Hemorroides:

El estreñimiento y la presión del útero las explican. Cuanta más fibra ingieras mejor.

¿Roncas?

Aunque no lo hicieras antes de quedarte embarazada, hay posibilidades durante este trimestre: las vías respiratorias están algo inflamadas, lo cual explicaría esto.

Cansancio, hinchazón.

El primero no hace falta explicar a qué es atribuible. La segunda es debido a la retención de líquidos, lo cual hace que se hinchen los tobillos, y (aunque no se note debido a la barriga), la zona de las caderas y abdominal. Si evitas la cafeína y realizas ejercicio, aunque sea suave, podrás mejorarlo.

No he mencionado las contracciones de Braxton Hicks (el útero se prepara desde la semana 20 para el trabajo de parto), porque son normales en el embarazo, es decir: más que molestar alegran. Déjate llevar salvo que pienses que algo anómalo ocurre (lo explicaremos mañana)

Consejos útiles

Te lo habrán dicho la matrona y el ginecólogo: lo ‘normal’ es engordar entre 9 y 14 kilos durante los nueves meses que dura un embarazo. No tienes que ponerte a dieta, pero tampoco ‘comer por dos’, los alimentos saludables (mucha presencia de verduras y frutas, pocos procesados, evitar las grasas insanas, reducir el azúcar, …) te ayudarán a mantenerte en ese rango. Siempre hay quien engorda lo justo (en mi primer embarazo 9 kilos) y quien se pasa (en mi segundo embarazo 20 kilos, comiendo más equilibrado que en el anterior); pero el equilibrio es deseable.

Y además

  • Bebe suficiente líquido, pero (obviamente) nada de alcohol y evitando la cafeína todo lo que sea posible.
  • Lleva calzado cómodo (tacón bajo, apoyo para el arco del pie).
  • Descansa de lado sobre colchón firme.
  • Antes de que el volumen de tu barriga sea considerable (o sea: antes de no poder verte los pies si miras abajo), reorganiza tu casa para no tener que agacharte ni estirarte cuando quieras coger objetos de la cocina, el salón, el dormitorio.
  • Para levantar peso del suelo flexiona las rodillas.
  • Cambia de postura con frecuencia durante el día: no estés mucho tiempo de pie ni sentada.

¿Crees que necesitas masajes o faja lumbar? entonces consulta a un profesional. Yo estuve en tratamiento con un osteopata por una inflamación en el coxis, estaba especializado en mujeres embarazadas, y sabía lo que hacía. No hace falta que sea un médico, pero asegúrate que conoce su trabajo, si no te inspira confianza no tienes por qué seguir los consejos de nadie. Eso sí: en cuestión de medicamentos (incluyendo de aplicación externa), harás bien en preguntar directamente a tu médico de confianza, farmacéutico o ginecólogo.

Si no eres mamá primeriza todas estas cosas ya te las sabes; y también sabes lo difícil que es seguir las recomendaciones de realizar actividad física o descansar todo lo que se pueda. Porque ‘todo lo que se puede’ teniendo otros peques por casa es poco; así que aprovecha las ocasiones: el ratito que el papá los lleva a la piscina, la siesta (si aún la hacen) puedes tumbarte con ellos, levántate a la misma hora que ellos (en verano se les quitan las ganas de madrugar) si estás de vacaciones. Busca el momento, y la encontrarás. Ahora ya si que te falta poquito para conocer a tu bebé, y los dos vais teniendo ganas de encontrados, ¿verdad?


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