Las mujeres estamos ‘diseñadas’ para parir

Bebé recién nacido

Quiero aprovechar que estamos en la Semana del Parto Respetado, para hablaros sobre el parto orgásmico, un término que quizás te suene (o no). Verás, aunque nos parezca raro las mujeres tenemos la capacidad de parir en éxtasis, porque si la Naturaleza pudiera seguir su curso sin intromisiones, el cóctel hormonal nos regalaría un parto consciente y placentero. De hecho el parto orgásmico no sólo es para vivirlo y disfrutarlo, sino que además está recogido en la literatura científica.

Más abajo veréis el vídeo protagonizado por Amber Hartnell, un maravilloso archivo visual, en el que Amber ríe y se muestra en éxtasis; una situación muy diferente de la que muchas de nosotras hemos vivido durante nuestros partos. De hecho, mientras ella manifiesta que apenas había leído nada sobre el parto, y no se preparó demasiado para el momento…, lo más habitual es que nos llenen la cabeza con informaciones, y también con miedos, que después dificultan el proceso, ¡y de que forma!

Eso sucedió en el 2006, así que el niño de Amber tiene (o cumplirá en breve) 11 años, pero la experiencia de su madre aún es divulgada, lo cual no es de extrañar porque merece mucho la pena. Hoy en día, tenemos alternativas al parto hospitalario e intervenido, pero lo verdaderamente excepcional es conseguir que nadie ni nada estorbe (me refiero obviamente a partos que se desarrollen con normalidad y sin imprevistos), porque existen dos factores que a priori van a dificultar la conexión de la mamá con su cuerpo y su bebé. Son la presencia de otras personas (matrona, doula, pareja) y encontrase en un lugar que no sea la propia casa. Amber (por cierto) dio a luz en una bañera, en su hogar.

Las mujeres estamos diseñadas para parir.

Está en nuestros genes, podemos hacerlo, las hormonas han sido diseñadas y se activan justo para ese objetivo. Se activan o no lo hacen, porque nuestro cerebro mamífero, que debería asumir el mando (sobre el neocortex), debe convivir con atmósferas muy luminosas, demasiado ruidosas (para la ocasión), con procedimientos médicos, con violencia obstétrica…, y claro, así…

La mujer y madre, usaría su intuición para facilitar el proceso (posturas, respiración, movimientos), pero el que es un proceso fisiológico se convierte muchas veces en instrumentalizado. El parto forma parte de la sexualidad femenina, y como tal, es capaz de producir placer, cuando los músculos se acompasan (Casilla Rodrigáñez). Y en el momento en que la criatura ya ha llegado a este mundo, ambos (mamá y bebé) se descubren, se miran y se enamoran, necesitándose uno al otro; la primera debe regresar del estado en el que ha entrado durante el parto, y el segundo se siente cobijado por el cuerpo de la madre, y se alimenta de sus pechos.
Recomendaciones de la OMS para la conducción del trabajo de parto

¿Todas podemos entrar en éxtasis al parir?

Realmente creo que se han creado una serie de necesidades artificiales que en la mayoría de ocasiones interfieren en el parto. Estamos todas de acuerdo en que en ocasiones una atención adecuada sería requerida, pero no siempre, porque lo primero que sucede al interferir es eliminar las condiciones que posibilitan privacidad, respeto y seguridad.

El trabajo de parto (que puede durar muchas horas) está formado a su vez por pequeños procesos que se coordinan armoniosamente a fin de proporcionar el ‘milagro’: una mujer trayendo al bebé al mundo, sin apenas ayuda. Algunas de las cosas que se podrían hacer para lograr un parto más natural, más consciente, y … extático, serían.

  • Existen modelos de atención al parto respetuosos que favorecen partos naturales, puedes escoger uno de ellos.
  • Un ambiente con luces bajas y tranquilo durante el parto, ayuda.
  • Elimina otras distracciones como dispositivos electrónicos o relojes.
  • Parir es un acto de amor: si a tu bebé no le pasa nada, debes estar juntos.
  • Busca a mujeres que hayan tenido partos naturales, rodéate de sabiduría femenina.

Y respecto al vídeo que acabáis de ver, como es de suponer, desató (y sigue haciéndolo) reacciones muy distintas: sorpresa, “escándalo”, admiración… En mi opinión, la desconexión que sentimos respecto de nuestra propia sexualidad, el desconocimiento de los órganos sexuales, unidas a diferentes tabúes, facilitan que se pueda percibir como una provocación. ¿Qué pensáis vosotras?

Imágenes — Inferis, anieto2k, Inspired Photography CT
Mas información — Orgasmic Birth



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