Madre que se encarga de su bebé mientras trabaja
María es una madre trabajadora, se levanta cada día antes de que salga el sol. Sale de la cama con cuidado de que nadie se despierte para tener un rato a solas. Se prepara un café y lo disfruta durante 5 minutos mientras mira su teléfono móvil. Es su momento de calma durante el día, antes de que comience la jornada familiar.
En ese momento comienza su papel como madre, aprovecha cada minuto para dejar la casa organizada, preparar la ropa para los niños, el tentempié que llevarán al colegio, y el desayuno, antes de que todos se levanten. Lleva dos horas levantada y aun no ha tenido tiempo de mirarse en el espejo.
Pero María también tiene un trabajo fuera de casa, donde a veces está deseando llegar para mantener conversaciones de «persona adulta». El trabajo le sirve para evadirse de los problemas familiares, no obstante, el trabajo en si es una preocupación.
Vive angustiada pensando que en cualquier momento pueden prescindir de ella.Porque al ser madre, María tiene muy complicada la conciliación laboral. Ha tenido que aceptar un trabajo a media jornada que no le gusta, en el que no puede poner en práctica sus conocimientos.
Un trabajo que le hace sentirse frustrada porque no es para lo que durante años se preparó, pero por el que se obliga a sentir agradecimiento, porque ayuda en la economía familiar, porque sin su sueldo no llegan a fin de mes.
No sólo madre, también mujer
María siente que no se dedica tiempo a sí misma, le encantaría ir al gimnasio, pasar tiempo en centros de estética o vestir a la última moda. Sin embargo, se conforma con pintarse las uñas en casa. Eso sí, ha conseguido arañarle 5 minutos al día para maquillarse antes de ir a trabajar, nada muy elaborado desde luego.
Cuando tiene tiempo, le encanta ver videos de tutoriales en internet. Le gusta ver los maquillajes que se hacen esas chicas. Sueña con tener alguna ocasión especial en la que pueda poner en práctica todos esos consejos.
Hacerse un peinado diferente, un maquillaje recargado y divertido. Algo que le haga verse de nuevo joven. Porque hasta ahora, a lo único que no ha renunciado es a llevar sus labios maquillados.
Y cuando vuelve a casa, recoge a los niños, les prepara la merienda y les lleva al parque. Dedica todo el tiempo que puede a pasar tiempo de calidad con ellos. Aunque no siente que sea suficiente, porque mientras ellos juegan y reclaman su atención, ella no deja de pensar en todas las cosas que aún le quedan por hacer en casa.
Porque el trabajo de María no termina con su jornada laboral, ni si quiera cuando sus hijos están duchados, cenados y acostados. Ella recogerá la cocina, los juguetes y preparará la comida del día siguiente.
Mujer en plena limpieza
Y después, cuando todos estén plácidamente dormidos, ella aprovechará y se dará una ducha. Obviamente no muy larga ya que el sueño le vence cada noche. Quizá vea un vídeo tutorial, de esos que tanto le gustan.
La historia de todas las mujeres madres y trabajadoras
Está historia protagonizada por María, podría ser perfectamente el caso de Luisa, Carmen o Alicia. Todas mujeres, madres, trabajadoras, todas luchadoras incansables. Todas buscando ser la mejor versión de sí mismas. La mejor madre para sus hijos, la mejor trabajadora para su jefe, la mejor mujer que ella misma pueda aceptar.
Porque las mujeres no nos rendimos, luchamos y nos esforzamos hasta el agotamiento, por nuestra familia, por nosotras mismas. Porque hacemos cosas increibles con nuestro cuerpo, damos vida, porque somos guerreras.