La edad infantil es una etapa de gran dedicación para que los niños puedan vivirla cómo se merecen, con libertad y alegría. Los niños diagnosticados con hemofilia son aquellos casos en los que una vez diagnosticada su enfermedad pueden vivir como cualquier niño, pero siguiendo una serie de pautas.
La hemofilia en edad infantil expone a los niños a sufrir sangrados en cualquier parte de su cuerpo y eso le limita a realizar ciertas actividades diarias. De hecho, puede incluso sufrir hemorragias internas afectando a su sistema nervioso central y en otros lugares como el tracto urinario o en las mucosas oral o nasa, que si no se tratan pueden provocar hechos fatídicos.
Consejos para las familias de niños con hemofilia
Estos niños diagnosticados con hemofilia presentan la ausencia o fallo de una proteína que ayuda a la coagulación de la sangre,. Es por ello, que pueden tener hemorragias incontroladas. Esta enfermedad produce dolor, inflamación y los niños tienen una movilidad en sus actividades algo más limitada, por lo que deben de seguir una serie de cuidados:
- Ya desde bebés pueden llegar a ser diagnosticados. Para comenzar, el uso de chupete no suele estar recomendado ya que con él pueden morderse con facilidad los labios Ya cuando comienzan a caminar la atención y la vigilancia tiene que ser extrema.
- Hay que asegurarse que todos los juguetes sean blandos y con bordes redondeados. Nunca dejar que coja objetos punzantes o que puedan ser pesados para que no produzcan daños. La vigilancia es agotadora, ya que hay que estar pendiente incluso de todos sus movimientos en casa, sobre todo si hay escaleras o ventanas cerca. Una recomendación es colocar alfombras o tapetes que lleven amortiguación para posibles caídas.
El vestuario de un niño con hemofilia
- Hay que evitar todas aquellas prendas que puedan contener complementos que puedan rozar la piel del niño. Las hebillas, las cremalleras o los botones pueden producir lesiones y es mejor que no lo lleven.
- La ropa si puede ser posible mucho mejor que esté acolchada. Es buena idea colocar espumas alrededor de articulaciones como rodillas o caderas por posibles golpes fatídicos.
- Hay que evitar los pantalones que les puedan quedar largos o faldas para no presentar tropiezos. Igualmente hay que evitar los elementos colgantes y de cordones en los zapatos. Es recomendable usar calzado tipo bota, para que sus pies estén mucho mejor sujetos y tengan más estabilidad es sus tobillos para posibles caídas.
- A medida que el niño va creciendo hay que hacerle responsable de sus actos y saber cómo tiene que reaccionar o detectar si tiene signo de hemorragia. Es de vital importancia por si otras personas ajenas a la familia no puedan reconocer estos signos.
La alimentación y deporte recomendados
El deporte es recomendable siempre que pueda practicarlo adaptado a sus necesidades,. Ya sabemos que los niños con este tipo de patologías deben de permanecer largas temporadas en reposo y eso no es bueno para tener unos huesos y músculos en forma. Es por ello, que el deporte practicado, aunque sea más suave siempre le ayudará a fortalecer músculos, huesos y articulaciones y siempre con sus correspondientes protecciones como cascos, coderas o rodilleras.
La dieta debe de ser saludable, no hace falta que sea especial ni eliminar nada de su alimentación. En lo que sí se puede hacer hincapié es en los alimentos ricos en hierro, como la carne roja, la de ave y las legumbres. La vitamina K también es importante que esté presente en su alimentación . Eso lo podemos encontrar en verduras como brócoli, espinacas o coles de Bruselas.
Un niño con hemofilia cuando comience a conocer cómo responsabilizarse de su cuerpo, debe de conocer a la perfección todos los indicios de estas recurrentes hemorragias. Tendrá que saber cómo detectar que un golpe o tropiezo no ha sido bueno y si se va a producir un calor o cosquilleo localizado o si tiene que hacer presión dónde ha recibido el impacto. Toda responsabilidad por parte de todas las personas que rodean a una persona con hemofilia siempre será bueno, para no esperar un pronóstico peor.