El 5 de marzo está declarado el Día mundial de la eficiencia energética, y como adultos y responsables debemos inculcar y educar a nuestros hijos a ser más eficientes en el ahorro de la energía. Esto les ayudará a tomar conciencia preservar y cuidar el medio ambiente, potenciando su autonomía y sus responsabilidades.
Te contamos cómo podéis ahorrar energía y ser más eficientes en el hogar. Y recuerda que los niños aprenden, sobre todo, con el ejemplo, así que adopta estos comportamientos de manera vida diaria. Hoy es un día tan bueno como cualquier otro, pero no el único para reflexionar sobre el uso racional que le damos a la energía y actuar en consecuencia.
Algunos datos sobre la eficiencia energética
Hoy mismo, Día Mundial de la eficiencia energética los datos son alarmantes. Según la Global Footprint Network (GFN) necesitaríamos 1,6 planetas para alcanzar los recursos que utilizamos cada año.
Menos mal que desde la Fundación Aquae dan un rayo de esperanza y nos dicen que podemos satisfacer todas las necesidades energéticas si aumentamos la eficiencia energética de los edificios, electrodomésticos, vehículos y fábricas.
Así que pongámonos manos a la obra y enseñémosles cuestiones básicas como apagar las luces que no se utilizan, poner bombillas LED que reducen el consumo hasta en un 80%, usar enchufes inteligentes, cerrar el grifo mientras se lavan los dientes o se enjabonan en la ducha y otras ideas que te contamos a continuación. Por cierto una cosa curiosa es que las bombillas LED están inventadas desde 1927, pero no es hasta ahora que se han generalizado su uso.
Trucos para ser eficientes en el ahorro de la luz
Como decíamos al principio enseña a tus hijos a apagar las luces cuando salgan de una habitación o no las utilicen, pero no sólo por una cuestión económica del precio de la luz, sino por un compromiso para no desperdiciar la energía. La luz natural es la más sana, usa las artificiales solo cuando sea necesario.
Oriéntales a que elijan pequeños electrodomésticos, juguetes o aparatos eléctricos como calculadoras, relojes, lamparitas de noche que funcionen con energías alternativas y renovables.
Una vez que se haya terminado de usar los electrodomésticos, por ejemplo que al terminar de jugar con la videoconsola o de ver la televisión lo desconecten. No solo que lo pongan en pausa. Explícales lo que es el consumo fantasma que puede llegar a ser hasta un 10% del total de la factura de la luz.
Haz una sesión de limpieza de cristales, lámparas, bombillas, esto aumentará la luminosidad sin aumentar el consumo.
Habitación caliente con macetas y velas
Como experimento y también para demostrar a tus hijos lo que es eficiencia energética, puedes hacer una calefacción con cuatro velas, las típicas bajas de decoración sirven, y dos macetas de barro de distinto tamaño. Esta calefacción calienta más o menos un espacio de 10 metros cuadrados durante 4 horas. No quita el frío, de bajo cero, pero sí genera un ambiente cálido.
La idea es que las cuatro velas se colocan encendidas debajo de la maceta pequeña, y después la grande. A través de los agujeros de las macetas se monta una corriente de aire caliente que mantiene el ambiente cálido. Hay muchas dudas sobre si es un método económico, porque no es una buena alternativa si lo usas a diario, por las velas y su poder calórico en comparación con otros sistemas de calefacción alternativos. Pero sí es muy divertido explicarle a tus hijos cómo funciona, por supuesto no dejarlos solos y que con tu supervisión conozcan métodos menos convencionales de calentarse.
Para que no se escape el calor de la habitación, podéis poner juntos burletes, pasaréis un buen rato haciendo bricolaje. Estarás siendo más eficiente y ayudando a proteger el medio ambiente. Con estas ideas esperamos haberte ayudado a ser más eficiente en casa, pero ya sabes que hay otras cuestiones que puedes hacer, como inculcarles el uso de las dos caras del papel, moverse en bicicleta, subir escaleras en vez de usar ascensor, o utilizar el transporte comunitario.