Niños, víctimas indefensas del consumismo

niña comprando muchos juguetes con su madre en un carro de compra

Un estudio revela las consecuencias en los niños del consumismo que puede provocarles importantes trastornos psicológicos. Afortunadamente, podemos cambiar esta tendencia.

¿Tu hijo acaba de escribir una linda carta a Santa con una gran cantidad de pedidos de juguetes de plástico efímeros y muy caros? ¿Tu hijo o hija adolescente está constantemente pidiendo dinero para comprarse ropa, zapatos, teléfonos y dispositivos caros?

No en vano, porque, estan bombardeados por la publicidad y también por el ejemplo de los mayores, los niños son presa fácil del consumismo. Sin embargo, el deseo y la obtención de todos estos objetos podría socavar gravemente el bienestar de los niños. La buena noticia es que todavía podemos cambiar esta cultura en nuestra familia.

Loas señales del consumismo

Cajas llenas de juguetes sin usar, refrigeradores repletos de comida que no podremos comer, armarios abarrotados de ropa que no usamos, sótanos y garajes llenos de artículos abandonados. Sin embargo, seguimos comprando y comprando y nunca estamos satisfechos.

Las incesantes peticiones de los niños nos aturden y al final los acabamos «mimando»creyendo hacerlos felices. Sin embargo, este círculo vicioso, en lugar de crear verdadera felicidad y bienestar, es un presagio de insatisfacción a corto y largo plazo. Además, ¡nuestras casas están llenas de cosas inútiles y nuestras billeteras casi vacías!

Investigar

Los estudios han demostrado que la atención desproporcionada a las posesiones materiales daña nuestro bienestar y el de nuestros hijos. Según esta investigación, el materialismo implica insatisfacción, infelicidad, disminución de la vitalidad y cooperación social, así como patologías psíquicas, como depresión y ansiedad, y poca empatía hacia los demás. Aquellos que están demasiado apegados a las posesiones materiales y proyectan mucha importancia en la posesión de objetos materiales tienen más probabilidades de tener un comportamiento antisocial e incluso racista.

Otros estudios muestran que el consumismo puede ser la causa del aumento del narcisismo entre los jóvenes y la disminución de empatía.

padre jugando con su hija

Cómo criar hijos menos consumistas

Afortunadamente, las cosas están cambiando un poco y la nueva sensibilidad hacia el medio ambiente podría ser una palanca importante para todos. La misma investigación muestra que esta tendencia se puede dirigir y ¡los padres tenemos el poder!

Primero tenemos que prestar atención a cómo nos comportamos. ¿Somos de los que compramos demasiado o somos víctimas de la moda? ¿Cómo hablamos de dinero y objetos materiales frente a nuestros hijos? De hecho, el ejemplo es la primera arma que influye en su comportamiento.

Si tu hijo grita como un loco frente a todos en la juguetería, el supermercado o el refrigerador, recuerda que no le está haciendo un gran favor complaciéndolo. De hecho, demasiada permisividad puede conducir a problemas de por vida, como una dieta desequilibrada o la incapacidad de administrar el dinero.

La felicidad de hacer cosas juntos

El concepto de felicidad debe desconectarse de poseer y consumir. Necesitamos cambiar nuestro enfoque hacia actividades que brinden una alegría más verdadera y duradera.

Es mejor dedicar tiempo a actividades para hacer en familia: estar juntos al aire libre, realizar actividades creativas, dedicarse al voluntariado juntos, pasar tiempo con los amigos o leer. ¡Para muchos niños, pasar tiempo de calidad con sus padres es un verdadero placer! Si lo hacen des de pequeños entienden y viven el momento como algo bonito para hacer.

niños con teléfonos móviles enganchados todos a las pantallas

Moderación

Presta atención a la forma en que le hables sobre el dinero y las cosas que queremos. Tiene que entender que las cosas cuestan un esfuerzo, y que hay muchas cosas en la vida que no cuestan dinero que aportan felicidad y alegría.

Limita la exposición a la publicidad

La publicidad en televisión para niños es continua y agresiva. Así que trata de limitarlo tanto como sea posible, usando aplicaciones o programas de transmisión. También es bueno explicarle cuál es el objetivo de la publicidad y el gran poder que tiene, al que no debemos estar sometidos.

Educando al don

Las investigaciones muestran que dar, da más felicidad que recibir. Enseña a tus niños a donar los juguetes que ya no usan o la ropa que les queda pequeña.

Recicla y compra de segunda mano

Organiza mercados de intercambio de juguetes y ropa usada con tus amigos. O comienza a comprar cosas de segunda mano.

Educar en gratitud

Edúcalos para que aprecien lo que tienen y lo que obtienen de los demás. No solo de las cosas materiales, sino también de la salud, la familia, los amigos, la naturaleza y la buena suerte de vivir en un país libre de guerras y explotación del trabajo infantil.

Hablar, leer y prestar atención

Debemos hablar sobre cómo se gana el dinero y cómo se gasta. Del hecho de que a veces tenemos que renunciar a algo porque no está dentro de nuestro presupuesto. También es bueno que aprendan a distinguir entre deseo y necesidad.

Hablar del impacto medioambiental de las cosas que compramos, los juguetes de plástico o la comida que desperdiciamos. ¡Los niños son muy sensibles a estos aspectos y sin duda los entenderían!


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