Esta queja es bastante habitual en los niños y en los adolescentes, sobre todo cuando empieza la escuela y deben volver a madrugar… algo de lo que se habían olvidado durante tres meses. Tres meses de vacaciones donde han podido levantarse a la hora que han querido, o al menos, no tan temprano como deben hacer para ir a la escuela. Pero, ¿qué se esconde detrás de esta queja de que no le gusta madrugar?
Si tu hijo se siente cansado, sobre todo por las mañanas… es probable que no esté teniendo un buen descanso por la noche. Los preadolescentes y adolescentes deberían tener horarios de inicio de la escuela más tarde de lo que muchas escuelas pueden proporcionar…
Pero no es posible, por lo que será necesario tener unos buenos hábitos de sueño para que tu hijo duerma las suficientes horas y que además, se levante con energía para comenzar un nuevo día lleno de interesantes actividades y nuevos aprendizajes.
Es importante que si tu hijo te repite bastantes veces que no le gusta madrugar, hables con él para asegurarte de que se acuestan con regularidad a la misma hora. Es necesario tener en cuenta la hora que se debe levantar para poder fijar la hora en la que debe meterse en la cama. Si por ejemplo tu hijo se debe levantar a las 8 de la mañana, tendrá que irse a dormir sobre las 10 para poder tener sus 10 horas mínimas de sueño.
Antes de meterse en la cama, por lo menos una hora antes de hacerlo, tendrán que apagar todos los dispositivos electrónicos para que la luz azul que emiten estos aparatos no interfiera demasiado en sus patrones de sueño. Si a pesar de todo esto tu hijo sigue teniendo problemas para conciliar el sueño o para dormir lo suficiente, aunque se haya metido en la cama a una buena hora, entonces tendrás que informar al pediatra para buscar la mejor solución en cada caso.