Es muy habitual que cuando se ve a una embarazada enseguida se toca su barriga para ver si se sienten las patadas del bebé o simplemente para ver si tiene el vientre duro o no. En realidad no se debe tocar el vientre de una mujer embarazada sin su consentimiento por una razón muy evidente: es una falta de respeto. Las personas que rodean a una mujer embarazada deben acompasarla en esta etapa, dejando y respetando el espacio físico que requiera para sentirse bien.
Es posible que haya mujeres a las que no les moleste que se les toque la barriga durante el embarazo, pero también puede haber otras mujeres que se sientan totalmente invadidas si esto les ocurre. Si quieres tocar la barriga de una mujer embarazada tendrá que esperar a que ella te invite a hacerlo, o que por lo menos te dé permiso.
Se trata de respeto físico hacia otra persona, el mismo respeto físico que se tiene ante cualquier otra persona. Que una mujer esté embarazada no te da pie a que puedas tocar su vientre solo porque te emociona que el cuerpo de la mujer sea capaz de albergar vida en su interior. No te da derecho de tocar un cuerpo que no es tuyo sin el consentimiento.
Hay mujeres a las que no les gusta el contacto físico con otras personas y se pueden sentir muy violentas si las tocan sin su consentimiento. También hay personas que al ser extrovertidas tocan a los demás al hablar casi sin darse cuenta, pero en todo caso, es necesario conocer a la mujer embarazada antes de preguntarle si se le puede tocar la barriga.
A partir de ahora, cuando veas a una mujer embarazada, no pienses que su barriga está a disposición de todos para ser tocada, porque es su cuerpo y ella decide.