En primer lugar, porque es delito. En segundo lugar, porque tus hijos no son de tu posesión y no puedes hacer lo que te dé la gana con ellos solo porque ‘eres su padre’ o ‘su madre’. Ni hablar. Muchos padres creen, de forma equivocada, que un cachete o una torta a tiempo ayudará a que sus hijos entiendan el valor de la disciplina y además, sepan quién manda en casa.
Nada más lejos de la realidad, pegar a un niño solo despertará sentimientos de rencor, odio y no mejorará a largo plazo el comportamiento. Más bien lo empeorará. En ocasiones el estrés y el cansancio de los padres hace que se nuble su juicio y que el grito, la agresión y el golpe sea lo primero que se les pase por la cabeza para que sus hijos reaccionen y obedezcan. No es la solución.
Si quieres saber por qué no debes pegar a tus hijos, no te pierdas a continuación algunas razones contundentes para que si lo haces, dejes de hacerlo desde ahora mismo. Tus hijos necesitan un padre y una madre que les respete, que les guíen teniendo en cuenta sus emociones y que la agresividad quede desterrada para siempre en tu familia (agresividad de cualquier tipo). Algunas razones por las que JAMÁS debes pegar a tus hijos:
- Es delito
- No educa
- Romperás vuestro vínculo emocional
- Destrozarás su autoestima
- No confiará en ti
- No serás un buen modelo paterno/materno
- Puedes crearle serios problemas emocionales
- En el futuro puede tener conductas agresivas o antisociales
- Muestras que no sabes criar bien a tus hijos
- Es una muestra de ira y agresividad
- Estás perdiendo el control de tus emociones
- Enseñas a resolver los conflictos con violencia
- Estarás creando a niños agresivos, miedosos, inseguros y con problemas emocionales
Acabas de descubrir 13 razones para no pegar a tus hijos, ¿necesitas más? Seguro que no…