La imagen que encabeza el post es bonita y evoca un momento de relax y sosiego en la playa: pura belleza… Porque la playa simboliza no sólo diversión, sino la conjunción de varios elementos que proporcionan placer y bienestar. Pero en ocasiones, las personas tendemos a explotar los recursos naturales, como ocurre en la noche de San Juan, fecha escogida por muchas familias y grupos de amigos para desplazarse a las playas, y celebrar el inicio de la noche más corta del año.
Y lo celebramos no sólo aprovechando la ocasión de unión y diversión compartida, sino también cenando sobre la arena, encendiendo hogueras no siempre cargadas de simbolismo, y a veces hasta haciendo más ruido de la cuenta. Y aunque sé que nuestras lectoras son muy conscientes, me permito dar unos consejos, y no sólo relacionados con el cuidado del entorno, sino también con la prevención de accidentes.
El respeto por el entorno
La Naturaleza nos nutre y nos proporciona vida, lo menos que podemos hacer por ella es preservarla; lo cual se traduce en esta ocasión en evitar elevar el tono de voz (no son lo mismo decenas de personas susurrando o hablando bajito, que gritando), recoger los restos de comida y envoltorios, y limpiando todo lo que hayamos ensuciado con las hogueras y petardos.
“El ejemplo es la única forma de educar que tenemos” y si nuestros hijos nos ven limpiando, en el futuro se comportarán como ciudadanos respetuosos.
Hoguera de San Juan: es más bonita sin quemaduras
Muchas veces oímos hablar sobre el poder sanador del fuego, sobre su fuerza purificadora, pero también deberíamos transmitir a los más pequeños que no se puede jugar con los elementos de la Naturaleza. Estos son algunos consejos para ‘no jugársela’ y utilizar el fuego con seguridad:
- No encendáis la hoguera bajo el tendido eléctrico, ni a menos de quince metros de edificios o vehículos.
- Usa combustible no tóxico (y desde luego nada de líquidos inflamables).
- Ya es verano y por el momento se prevén días secos, así que tampoco conviene prender con papeles para que el viento (si lo hay) no los levante y se los lleve a otro lugar provocando incendios.
- No dejes a los niños menores de 12 años correr cerca de una hoguera.
- No dejes que los niños de más de 12 años enciendan hogueras sin supervisión.
- Es mejor vestirse con ropa de tejidos naturales, que tardan más en pender que las telas sintéticas.
- Si pretendes saltar la hoguera delante de tus hijos, asegúrate que entienden que se necesitan ciertas destrezas y capacidades para hacerlo, pero si puedes evitarlo no es ese ejemplo. ¡Jamás saltes llevando a un niño en brazos!
- El alcohol desinhibe y retarda la capacidad de reacción, que no se te olvide. No olvides tampoco explicarlo a tus hijos adolescentes.
- No sólo hay que apagar la hoguera cuando acabe la fiesta, también conviene asegurarse de que no va a reavivar (por ejemplo cubriéndola con arena).
Pirotecnia y petardos: ¿diversión versus seguridad?
Un petardo puede aguarte la fiesta si no saber manipularlo, o si has comprado elementos que no se ajustan a la edad de los niños que van a manejarlos. Recuerda que los petardos no sólo pueden provocar quemaduras y otras lesiones al estallar, también generan muchos decibelios y ponen en riesgo la salud auditiva. No es menos seria una posible conjuntivitis o ceguera si explotan cerca de los ojos.
Se deben comprar en establecimientos de confianza, mantener la distancia de seguridad, y leer las instrucciones sobre cómo usarlos.
¿Y si alguien se quema?
En general deberíamos cubrir la herida con una tela limpia (preferentemente algodón), y previamente podemos enfríar un poco también (con tela mojada en agua embotellada, no vale agua salada). Al mismo tiempo deberás dirigirte a los sanitarios (en lugares concurridos suele haber un dispositivo de emergencias) o llamar al teléfono de emergencias sanitarias (061).
No apliques productos como cremas sobre la quemadura.
Si a alguien se le incendia la ropa, deberás ayudar a que ruede sobre el suelo para apagar. ¡No intentas quitar la ropa adherida a la piel mientras está caliente! Consulta siempre al personal sanitario, a menos que tengas una buena formación en primeros auxilios.
Ya lo sabéis: divertiros, permitid que los peques se empapen de la magia de esta noche… pero también sed prudentes.