Sabemos que la osteoporosis en niños es una enfermedad del esqueleto de nuestro cuerpo que se determina por una disminuida resistencia ósea, por lo que se pueden padecer fracturas fácilmente de los huesos. Esta dolencia no sólo la padecen las mujeres por término general cuando alcanzan su edad de menopausia, sino que también la padecen los hombres, ancianos y niños.
La osteoporosis en niños no es una patología poco frecuente, pues se dan bastantes casos y siempre después de haber sufrido un tratamiento grave como puede ser un cáncer. Las frecuentes fracturas en niños y adolescentes acontecen a la probabilidad de estar sufriendo dicha enfermedad y es necesario que se hagan revisiones para descartar un diagnóstico clave que lo determine.
¿Cuándo comienza la osteoporosis en niños?
Durante nuestra vida suceden diversos cambios metabólicos que afectan a la formación, mantenimiento o destrucción de nuestros huesos. Sin embargo, los niños pueden venir ya afectados cuando comienzan a desarrollarse dentro de la placenta. Tratándose de osteoporosis infantil podemos determinar que comienza o bien a una edad pediátrica o de adolescencia.
Esta enfermedad geriátrica se puede ver desarrollada porque pueden intervenir varios factores. La carga genética es uno de ellos haciéndose responsable de un 80%, mientras que el otro 20% corresponde a factores que de la vida diaria como la nutrición, el ejercicio, la exposición al sol o sustancias osteotóxicas.
Causas que lo provoca
En general hay una mayor incidencia debido a factores como una mala nutrición, la falta de ejercicio físico y a la falta de radiación solar. Otros factores que pueden incidir con la presencia de algunas enfermedades que dificultan la reabsorción de nutrientes para la formación correcta de los huesos. Suele pasar más con la toma de medicamentos (especialmente los glucocorticoides).
Hay que animar a los niños a que practiquen más deporte y eviten el sedentarismo, que salgan a la calle para exponerse al sol e incitar a tomar lácteos y sus derivados, para prevenir la fragilidad del hueso.
Otras causas que pueden influir es cuando se padece enfermedades asociadas como las reumatológicas, la artritis idiopática infantil, la superación de algún tipo de cáncer o por el lupus eritematoso sistémico. Son enfermedades que han podido influenciar en menor o mayor medida junto con sus medicamentos.
Este tipo de enfermedades pueden afectar también al aparto digestivo provocando una enfermedad inflamatoria intestinal o enfermedades neuromusculares que hacen que los niños no tengan una actividad física adecuada.
Otros trastornos asociados son los problemas alimenticios que pueden surgir cuando los niños son adolescentes, algunos pasan por una etapa de trastorno y conducta alimenticia, normalmente asociado con una anorexia nerviosa.
Diagnóstico y tratamiento
Para detectar esta dolencia se utiliza la densitometría de rayos X de doble fotón para estudiar el esqueleto de la persona que lo padece. Sus resultados ayudarán a determinar en qué nivel se encuentra la masa ósea de los huesos y siempre irán determinados dependiendo de la edad, sexo y tamaño corporal de la persona.
La alimentación correcta de un niño es primordial para prevenir la osteoporosis, ya que su pico de masa ósea óptimo se encuentra al final de su crecimiento, o sea, en la pubertad. Teniendo un cuidado riguroso se puede evitar esta futura dolencia.
Para el tratamiento hay que empezar por una alimentación correcta y personificada. Hay que practicar deporte y hacer una rehabilitación, así como algún tipo de tratamiento farmacológico. Todo ello irá regido por especialistas y en centros especializados. No obstante, hay que reseñar que si el niño ha sido pronosticado con lupus o fibrosis quística se puede iniciar una prevención de la osteoporosis.