A veces las circunstancias empujan a padres e hijos a estar separados. No solo en su día especial, si no por periodos de tiempo más largos. Esto no quiere decir que la distancia física tenga que convertirse en un vacío emocional. Hoy en día existen recursos más que suficientes para que un padre ausente, no tenga porqué significar una ausencia real.
Siempre que sea posible se debe intentar mantener el contacto, aunque sea de una forma virtual, para que el niño no olvide y no vea a su padre como un extraño. Hay edades en las que será más difícil, es por eso que hoy te hablaremos de la importancia de que la figura materna le hable de la persona ausente.
El porqué de la ausencia de un padre
No importan realmente los motivos de la ausencia, puede ser porque trabaja demasiado. También, puede ser porque tenga que salir constantemente de viaje o sean padres solteros o separados y no pueda estar todo el tiempo que se quisiera con su hijo. Puede ser que el padre tenga que estar hospitalizado, o sufra cualquier patología que le impida ocuparse de su hijo. Incluso puede que la ausencia venga por un triste fallecimiento.
Lo verdaderamente importante es que la ausencia del padre no implica una falta de amor por su parte y así debe sentirlo el niño.
La importancia de la figura materna
Cuando existe la ausencia del padre, la figura materna cobra doble importancia. La madre no solo tendrá que velar en soledad por su hijo, atendiendo a todas sus necesidades. Además deberá velar por que su hijo no sienta sensación de abandono por parte de su figura paterna. Ella recordará a su hijo cuánto le ama su padre, a pesar de que no esté cerca.
Cuando los hijos son demasiado pequeños, será ella quien le hable a los niños de papá. También será quien tenga que mediar en las conversaciones con su padre e interpretar las palabras que diría el bebé. En definitiva es ella la encargada de contar el día a día a la otra parte, cuando los pequeños aún no sepan expresarse.
Vías de comunicación alternativas en caso de separación geográfica
Hoy en día existen numerosos recursos para suplir las ausencias. Ya no solo nos comunicamos en la distancia a través del correo, ahora existen llamadas, envío de archivos multimedia o incluso videollamadas. Todo esto supone un adelanto en las comunicaciones que influyen beneficiosamente en el contacto paterno filial en caso de distancia geográfica.
Mediante los smartphones o tablets, se pueden hacer videollamadas para mantener la comunicación.
Es cierto que a ciertas edades el niño no va a sentir igual el calor de un abrazo que el de una videollamada. Sin embargo, como ya hemos dicho, ahí entra en juego la figura de la madre. Ella se encargará de decirle al niño, cuánto le quiere papá, lo mucho que desea verle y en definitiva se preocupará de que no se olvide nunca de su padre.
La cordialidad como base de una relación fluida
En caso de separación de los padres, es de vital importancia mantener una cordialidad entre los padres. Solo así existirá una relación, lo más fluida posible por ambas partes, lo cual facilitará al niño la gestión de todo ese cambio.
Siempre el proceso se hace más complejo cuando la pareja ha tenido una relación o una ruptura complicada. Así como también puede ocurrir que existan circunstancias que compliquen las visitas del padre, por las razones que sean y se prolongue su ausencia en el tiempo.
La percepción de un niño sobre su padre dependerá de cómo hable de él su madre. De ella depende hacerle ver cómo es en realidad.
Esto sólo irá en perjuicio del menor en el caso de que la madre, no vele por que su hijo siga teniendo presente a su padre. Si ella mantiene ese recuerdo, mediante palabras, historias, fotografías o vídeos, el niño no tiene porqué desarrollarse de forma distinta. Es por ello que es de vital importancia que si el padre sabe que estará periodos ausente, sea el principal interesado en mantener una relación cordial y fluida con la madre. Es primordial que la trate con respeto y empatía, ya que ella podrá contar al niño lo cariñoso y respetuoso que es su padre, con el propio ejemplo que da en ese comportamiento.