Quizás tu ginecólogo o ginecóloga te haya recetado heparanina no fraccionada durante el embarazo. No te preocupes, cada vez es más común que durante la gestación se utilice este medicamento. La heparina es un anticoagulante que se utiliza para evitar la formación de coágulos. Además impide el crecimiento de los que ya se formaron en los vasos sanguíneos.
Para resolverte las dudas, siempre está tu doctor, pero nosotras queremos ayudarte y explicarte algunas cuestiones, como la importancia que tiene la circulación de la sangre en el embarazo, tanto para ti, como para tu bebé. También te contamos cómo suministrártela o los efectos secundarios que tiene.
Importancia de la coagulación de la sangre en el embarazo
Es importante que conozcas por qué es necesario tener una buena circulación durante el embarazo. Si te han recetado heparina, es para prevenir la formación de coágulos de sangre, que pueden alterar el desarrollo del niño.
El bebé necesita que la circulación sanguínea sea excelente, tanto para recibir el oxígeno como para alimentarse. Si la sangre de la placenta no circula como debe y se originan trombos, el feto no podrá nutrirse como es debido ni obtener el oxígeno necesario.
Tú misma te podrás inyectar la heparina, ya que se hace mediante vía intravenosa o subcutánea profunda. Y lo ideal es ponerse la inyección a la misma hora todos los días. La dosis te la dirá el médico. No tengas miedo por pincharte en el abdomen. No hay riesgo de atravesar la pared placentaria y mucho menos de dañar al feto.
¿A qué embarazadas se les receta heparina?
En general se recomienda el uso de heparina, por parte del ginecólogo o del hematólogo:
- Embarazadas que, tras un estudio hematológico, se les ha detectado que su sangre coagula más de lo habitual. En general son mujeres con hipertensión grave, con obesidad, edad avanzada o con varices importantes.
- Si en otro embarazo ya has tenido algún episodio relacionado con su circulación sanguínea. Si es tu caso, el riesgo de volver a padecerlos aumentan incluso en tres veces.
- Para evitar los abortos de repetición, o mujeres embarazadas con el síndrome de hiperestimulación ovárica.
- En las embarazadas que presentan cuadros de deshidratación, o las que han estado inmovilizadas durante mucho tiempo.
Lo más seguro es que tengas que ponerte la heparina también, después del parto, durante la cuarentena, ya que la incidencia de trombos se multiplica por cuatro durante el puerperio. Además podrás dar de mamar a tu bebé, porque la heparina no fraccionada está permitida durante la lactancia.
Por otro lado el el Ministerio de Sanidad ha publicado un documento en el recomienda utilizar heparina en aquellas embarazadas positivas en COVID19 durante la gestación y después de dar a luz. El coronavirus aumenta el riesgo de enfermedad tromboembólica, por eso es necesario que en embarazos con Covid-19 se reciba tratamiento con heparina.
Efectos secundarios de la heparina durante el embarazo
En general los efectos secundarios asociados al empleo de la heparina son de tipo cutáneo. A veces aparecen llagas en la zona donde te la inyectas, aparición de moretones, caída del cabello o incluso el enrojecimiento. En casos más graves, y muy poco frecuentes, se pueden producir vómitos, dificultad para caminar, vértigo, fiebre o incluso heces negras o sangre en la orina.
Obvio que si eres alérgica a este medicamento debes contárselo a tu médico, porque te puede provocar erupciones cutáneas, fiebre, asma y la anafilaxis, y hay una posibilidad de conexión con el síndrome de dificultad respiratoria del adulto. Lo normal es que tu médico te haya preguntado sobre qué otros medicamentos tomas, incluyendo productos herbales, porque puede interferir con sus resultados.
Los test que se han realizado sobre el uso de la heparina en el embarazo han confirmado que no produce efectos adversos sobre el feto. La heparina tiene un potencial de osteoporosis, lo que puede provocar pérdida de la masa ósea en las mujeres embarazadas, pero este efecto es reversible.