Para ser madre o padre parece que no hay ningún requisito, pero después de ver tantas y tantas noticias sobre padres y madres negligente… Hay muchos expertos que cada vez están más seguros de que debería haber algún tipo “de prueba” antes de que los padres pudiesen decidir si ser padres o no.
Además de los aspectos financieros, la estabilidad en la pareja, la estabilidad profesional… también hay un factor muy importante que tanto los padres y las madres deberían valorar: la estabilidad emocional. Los niños necesitan crecer en hogares donde los padres estén emocionalmente estables para poder transmitir no solo buenos valores en la vida, si no también, garantizar una buena inteligencia emocional desde el primer día de vida.
Algunas mujeres cuando son madres experimentan estrés, depresión, ansiedad, cambios físicos, pérdida de cabello… ser madre no es fácil y hay que estar preparada para poder afrontarlo todo con entereza. Un niño necesita una madre que pueda equilibrar sus propias necesidades con las de ellos, especialmente si esa madre vive con inestabilidad emocional. Sin embargo, las madres a menudo sienten que ponen a su hijo por encima de sus propias necesidades, lo cual no debería ser el caso
Aquí hay algunas maneras de trabajar en ti misma antes de tener un hijo y después de que nazca tu bebé:
- Busca apoyo profesional siempre que lo necesites
- No te guardes tus sentimientos
- Busca tiempo para ti y tus necesidades emocionales
- Habla con tu familia asiduamente
Para ser madre, debes tener en cuenta que tienes un pasado a tus espaldas que pueden estar condicionando tu maternidad. Si sientes veneno cuando piensas en eso, será mejor que lo hables con un profesional antes de tener hijos. Entonces, la próxima vez que desees tener hijos, será mejor que te preguntes: ¿Tengo una buena estabilidad para poder serlo?